Lobato y Sánchez Acera niegan que Moncloa esté detrás de la filtración sobre el novio de Ayuso

Lectura de 5 min

Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera descartan implicación de La Moncloa en la filtración sobre el caso del novio de Ayuso

Durante el juicio celebrado en el Tribunal Supremo contra el fiscal general Álvaro García Ortiz, tanto el exlíder del PSOE madrileño, Juan Lobato, como la actual número dos de la Ejecutiva del partido en Madrid, Pilar Sánchez Acera, negaron que el Gobierno central estuviera detrás de la filtración que reveló la confesión de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, por delitos fiscales.

Contexto de la filtración y actuación parlamentaria

La polémica surgió a raíz de que Juan Lobato mostrara en la Asamblea de Madrid, el 14 de marzo de 2024, un correo electrónico en el que González Amador reconocía dos delitos fiscales y ofrecía un pacto de conformidad. Este hecho provocó una oleada de especulaciones sobre la procedencia del documento y la posible intervención del Gobierno de Pedro Sánchez en su difusión.

Según relataron Lobato y Sánchez Acera ante el tribunal, el correo ya circulaba entre medios de comunicación cuando fue exhibido en sede parlamentaria. Ambos dirigentes socialistas sostienen que no existió coordinación alguna con La Moncloa ni con la Fiscalía General del Estado para utilizar la información con fines políticos.

Intercambio de mensajes y testificales clave

La investigación judicial ha puesto el foco en los mensajes intercambiados entre Lobato y Sánchez Acera en los meses previos a la revelación pública del caso. En total, ambos compartieron cuatro mensajes de WhatsApp, cuyo contenido fue protocolizado ante notario tras hacerse público el asunto. En ese periodo, Sánchez Acera era mano derecha de Óscar López, principal colaborador de Pedro Sánchez y actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública.

Durante sus declaraciones, Lobato recalcó que no recibió instrucciones por parte de Francesc Vallés, entonces secretario de Estado de Comunicación, ni de ningún otro responsable gubernamental. Sánchez Acera corroboró esta versión y defendió la actuación de Lobato en la Asamblea, asegurando que el objetivo era poner en evidencia las contradicciones en las declaraciones de Ayuso sobre el caso.

Origen del documento y aclaraciones ante el tribunal

La línea de interrogatorio del abogado de González Amador buscaba establecer un vínculo directo entre el Ejecutivo central y la filtración del correo, sugiriendo la existencia de un complot coordinado con la Fiscalía para perjudicar a la presidenta madrileña.

Sin embargo, Sánchez Acera explicó que recibió el pantallazo del correo de un periodista, aunque no pudo precisar su identidad, y posteriormente lo remitió a Lobato. Además, añadió que cambió de teléfono móvil al asumir su nuevo cargo en el Ministerio, lo que dificultaría rastrear el origen concreto del mensaje.

Por su parte, Lobato insistió en la necesidad de verificar la procedencia del documento para evitar sospechas de que hubiera sido facilitado directamente por la Fiscalía: «Si no aclaro el origen, parece que me lo ha dado la Fiscalía», señaló ante el tribunal.

  • Lobato negó rotundamente haber recibido el correo de ninguna fuente relacionada con la Fiscalía.
  • Sánchez Acera mantuvo que su única intervención fue trasladar la información recibida de un periodista.

Conclusión

Las declaraciones de ambos dirigentes socialistas ante el Supremo alejan, por ahora, la hipótesis de una operación orquestada desde el Gobierno para perjudicar a Isabel Díaz Ayuso mediante la filtración de la confesión de su pareja. El foco permanece sobre el origen periodístico del documento y la investigación judicial continúa para esclarecer todas las responsabilidades.

Nota:

Los contenidos publicados en este sitio han sido generados y/o reelaborados mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial.

elpuebloinforma.com declina toda responsabilidad, directa o indirecta, por eventuales errores, inexactitudes, omisiones u otras irregularidades presentes en los textos.

El usuario reconoce que dichos contenidos tienen exclusivamente fines informativos y no pueden sustituir en ningún caso fuentes oficiales ni asesoramientos profesionales.

Compartir este artículo
No hay comentarios