Trump amenaza con acciones militares en Latinoamérica y endurece su postura contra Maduro

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Trump intensifica la presión sobre Maduro y amplía su política intervencionista en Latinoamérica

La tensión en Latinoamérica aumenta tras las recientes declaraciones de Donald Trump, quien advirtió que cualquier país involucrado en la producción y tráfico de drogas hacia Estados Unidos «está sujeto a ataques». Estas afirmaciones sugieren la posibilidad de extender las operaciones terrestres que ya amenazan a Venezuela, incluyendo ahora a países como Colombia.

Ultimátum a Maduro y nuevas amenazas

El presidente estadounidense ha reiterado su ultimátum al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, exigiendo su salida del país antes del 28 de noviembre. Este mensaje refuerza la determinación de Washington de llevar hasta las últimas consecuencias su política de presión para forzar un cambio de régimen en Venezuela.

Según Trump, los ataques contra los cárteles de la droga en territorio venezolano podrían comenzar «muy pronto». En sus palabras, “en tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven los malos”. Estas declaraciones marcan un endurecimiento de la postura estadounidense y una disposición a la acción directa en la región.

Extensión de la doctrina intervencionista

La administración Trump ha dejado en evidencia su estrategia de fortalecer gobiernos afines en Latinoamérica, promoviendo a líderes de derecha y buscando aislar aún más al régimen de Maduro. Este enfoque se manifiesta también en la reciente decisión de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado anteriormente por narcotráfico en Estados Unidos.

El indulto a Hernández, que coincidió con las elecciones presidenciales en Honduras, fue interpretado como una maniobra política para favorecer a los candidatos conservadores Salvador Nasralla y Nasry Tito Asfura. Trump expresó abiertamente su apoyo a Asfura y amenazó con retirar la ayuda estadounidense si este no resultaba electo, evidenciando así el uso de incentivos y presiones como herramientas de política exterior.

  • Javier Milei (Argentina)
  • Nayib Bukele (El Salvador)
  • Daniel Noboa (Ecuador)
  • Santiago Peña (Paraguay)
  • Rodrigo Paz (Bolivia)

Estos son algunos de los mandatarios que, junto a Asfura y con el respaldo de Trump, conformarían un bloque de aliados en la región, alineados con los intereses de Washington y contrarios a las influencias de Venezuela, Cuba y China.

Reacciones y distanciamiento regional

Mientras Estados Unidos endurece su postura, los gobiernos de izquierda restantes en Latinoamérica han tomado distancia de Caracas. Presidentes como Lula da Silva (Brasil) y Gustavo Petro (Colombia) han enfriado sus relaciones con Maduro, a pesar de haber mostrado en ocasiones anteriores cierta sintonía.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, defendió recientemente en una entrevista que Maduro no está vinculado al narcotráfico, aunque reconoció la falta de democracia y diálogo en Venezuela. A su vez, la legitimidad de Maduro sigue siendo cuestionada tanto a nivel nacional como internacional, especialmente tras las últimas elecciones, cuyos resultados y actas no han sido plenamente transparentes.

Incluso Cuba, tradicional aliado del chavismo, ha dado señales de cautela ante la posibilidad de una intervención militar estadounidense. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, evitó comprometerse públicamente a intervenir en defensa de Venezuela, reflejando la precaria situación económica de la isla y su deseo de evitar un enfrentamiento directo con Washington.

Implicaciones para la región

La escalada retórica y las amenazas de intervención militar por parte de Estados Unidos están redefiniendo el mapa político latinoamericano. El aislamiento de Venezuela se intensifica, mientras los gobiernos de la región buscan evitar verse involucrados en el conflicto y las tensiones aumentan en un contexto de realineamiento de fuerzas políticas.

La política de presión de la administración Trump, basada en la lucha antidrogas y el apoyo a gobiernos afines, sigue generando controversia y preocupación por sus posibles consecuencias en la estabilidad y soberanía de los países latinoamericanos.

Nota:

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