Venezuela revoca la concesión a seis aerolíneas internacionales tras suspender vuelos por tensiones con EE.UU.
El Gobierno venezolano ha revocado la concesión de vuelo a seis aerolíneas internacionales, en respuesta a la suspensión de sus operaciones hacia y desde Caracas. Esta medida se produce en un contexto de creciente tensión diplomática y militar entre Venezuela y Estados Unidos, que mantiene un importante despliegue en el Caribe y ha incrementado sus ejercicios militares en la región.
Aerolíneas afectadas por la decisión
La decisión, anunciada por el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela, afecta a las compañías Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol. Estas aerolíneas habían cancelado sus vuelos después de que la Administración Federal de Aviación de EE.UU. recomendara a las compañías comerciales extremar la precaución al sobrevolar el espacio aéreo venezolano y el sur del Caribe, citando una “situación potencialmente peligrosa en la región”.
El plazo impuesto por las autoridades venezolanas para que las aerolíneas reanudaran sus operaciones venció el miércoles a las 16:00 GMT. Al no haberse restablecido los vuelos, el gobierno procedió a retirar las autorizaciones correspondientes.
Implicaciones para la conectividad aérea y el contexto regional
Esta revocación supone un golpe significativo para la conectividad aérea de Venezuela, especialmente a las puertas de la temporada navideña, cuando la demanda de viajes suele incrementarse. Sin embargo, compañías como Copa, Wingo, Boliviana de Aviación, Satena, Avior y la estatal Conviasa continúan operando en el país.
El ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, subrayó que es el Estado el que decide qué aerolíneas pueden operar en el país. “Si en 48 horas ustedes no reanudan los vuelos, no los reanuden más. Quédense ustedes con sus aviones y nosotros nos quedamos con nuestra dignidad y listo, no hay problema”, afirmó Cabello, reiterando la soberanía de Venezuela en la gestión de su espacio aéreo.
Movimientos militares y reacciones internacionales
El anuncio llega en un momento de fuerte presencia militar estadounidense en el Caribe. La Fuerza Aérea de EE.UU. confirmó que bombarderos B-52H realizaron ejercicios de ataque en la región, enmarcados en la operación militar Lanza del Sur, destinada a combatir el narcotráfico en Latinoamérica.
Paralelamente, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, y el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, informaron que Estados Unidos utilizará de forma provisional dos aeropuertos dominicanos —el Internacional de las Américas y el militar de San Isidro— para el transporte de equipo y personal técnico en el marco de la citada operación.
Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, aclaró que la Casa Blanca no ha solicitado a su país ser base para ninguna acción militar contra Venezuela, tras la reciente visita del jefe del Estado Mayor estadounidense. Persad-Bissessar rechazó las especulaciones que vinculan la actividad militar en la isla con las tensiones bilaterales.
Acusaciones de doble discurso y defensa de la soberanía
En medio de estas tensiones, un vuelo estadounidense con 175 migrantes deportados aterrizó en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Caracas. Según fuentes del Ministerio de Transporte venezolano, este hecho demuestra la seguridad del espacio aéreo nacional y pone en evidencia “un doble discurso” por parte de Washington, que ha solicitado permisos especiales para operar vuelos de repatriación.
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, cuestionó las amenazas militares y abogó por el diálogo, mientras que Diosdado Cabello anunció el inicio de una fase de organización comunitaria para afrontar cualquier circunstancia derivada de la coyuntura actual, sin especificar detalles sobre los planes.
Asimismo, Cabello calificó de “locura imperial” la decisión de República Dominicana de autorizar el uso de sus aeropuertos por parte de EE.UU. En este contexto, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, se mostró favorable a que se mantengan conversaciones directas entre los presidentes de ambos países, destacando la importancia del diálogo para evitar mayores tensiones.
Perspectivas y posibles consecuencias
- La revocación de las concesiones de vuelo profundiza el aislamiento internacional de Venezuela y podría afectar tanto a viajeros como a la economía local en fechas clave.
- El incremento de la presencia militar estadounidense y la colaboración con gobiernos caribeños elevan la preocupación por la estabilidad en la región.
- Las autoridades venezolanas insisten en la defensa de su soberanía y rechazan cualquier injerencia extranjera, mientras llaman a la organización interna ante posibles escenarios.
El panorama en el Caribe continúa marcado por la incertidumbre, mientras se mantiene la atención sobre los próximos movimientos diplomáticos y militares que puedan definir el curso de las relaciones entre Venezuela, Estados Unidos y los países vecinos.
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