Salvador Illa alerta sobre la vulnerabilidad democrática medio siglo tras Franco

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Salvador Illa advierte sobre la fragilidad de la democracia 50 años después de la muerte de Franco

En el marco de la conmemoración de la recuperación de los derechos y libertades democráticas en Cataluña, el president de la Generalitat, Salvador Illa, encabezó este viernes un acto institucional en el Paraninfo de la Universitat de Barcelona. El evento también recordó la fundación clandestina de la Assemblea de Catalunya, un hito fundamental en la lucha antifranquista, y sirvió como escenario para una profunda reflexión sobre la vigencia y la vulnerabilidad de la democracia medio siglo después del fin de la dictadura.

Un aniversario cargado de memoria histórica

La Assemblea de Catalunya, constituida hace 54 años en la clandestinidad, representó el deseo de cambio de una amplia parte de la sociedad civil y política, que anhelaba la restauración de las libertades arrebatadas desde la Guerra Civil. La muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 supuso un punto de inflexión en la historia reciente de España, acelerando el proceso de transición democrática.

Salvador Illa destacó en su discurso que la recuperación de la democracia no fue un proceso sencillo ni exento de sacrificios. “Miles de trabajadores, estudiantes, mujeres, intelectuales y dirigentes políticos y vecinales lucharon y sufrieron para conquistar la libertad”, recordó el president, quien subrayó que, a pesar de que existen aspectos que deben revisarse, los últimos 50 años han supuesto avances significativos en materia de derechos, políticas públicas y desarrollo personal. “Se tomó el camino correcto, el de la democracia”, sentenció.

La democracia, un bien que no está garantizado

Illa insistió en la fragilidad inherente de los sistemas democráticos y en la necesidad de su preservación, especialmente en un contexto actual marcado por la desinformación y la banalización del debate público. “Ni siempre ha habido democracia, ni la hay en todo el mundo, ni está garantizado que se mantenga”, advirtió, enfatizando la importancia de la pluralidad y el respeto a las minorías en la construcción del futuro colectivo.

El president remarcó que hacer funcionar las instituciones y fortalecer la democracia es la mejor respuesta frente a quienes desean cuestionarla. Esta reflexión cobra especial relevancia tras la publicación de datos recientes del Institut Català Internacional per la Pau (ICIP), que señala que cuatro de cada diez hombres jóvenes catalanes muestran dudas o rechazo hacia el sistema democrático.

Europa, esperanza y estado del bienestar

Además, Illa puso en valor el papel de Europa en la consolidación de sociedades democráticas y en la protección del estado del bienestar. Hizo un llamado a la esperanza y a la persistencia, recordando que las generaciones que vivieron el franquismo también enfrentaron dificultades, pero pudieron superarlas con determinación.

“No tengamos miedo, las cosas cambian rápidamente, pero la esperanza y la persistencia son claves para avanzar”, concluyó el president.

Participación institucional y protagonismo juvenil

El acto contó también con las intervenciones del president del Parlament, Josep Rull; el conseller de Justícia, Ramon Espadaler; la consellera d’Educació, Esther Niubó; y el vicerrector de Cultura, Memòria i Patrimoni de la Universitat de Barcelona, Agustí Alcoberro. Uno de los momentos más emotivos fue la lectura de manifiestos a cargo de estudiantes de seis escuelas catalanas, quienes trabajaron en el aula testimonios de personas represaliadas durante el franquismo.

Los jóvenes reivindicaron la importancia de la democracia, el papel de la clase trabajadora, la lengua catalana, la lucha feminista y LGTBI+, así como el movimiento vecinal. Domènec Martínez, militante antifranquista y participante en el proyecto de diálogo intergeneracional, también intervino para recordar figuras emblemáticas de la resistencia como Montserrat Roig y Neus Català.

Llamados a la memoria y el compromiso democrático

Josep Rull, president del Parlament, instó a mantener viva la memoria para evitar repetir los errores del pasado y defender la dignidad humana frente a tendencias deshumanizadoras. Citó a Josep Anselm Clavé para reforzar su mensaje: “Instruíos y seréis libres. Asociaos y seréis fuertes. Quereos y seréis felices”.

Por su parte, Espadaler y Niubó coincidieron en que la democracia no es un regalo, sino el resultado de un compromiso activo y necesario, especialmente ante el auge de populismos y discursos de odio. Espadaler recordó que hace apenas 50 años, derechos fundamentales como la libertad de reunión, manifestación y expresión estaban prohibidos.

Esther Niubó defendió el papel transformador de la educación ante la desinformación y el negacionismo, señalando que es clave para la formación democrática y el pensamiento crítico. “En una era dominada por la tecnología y la inmediatez, es fundamental conectar a los alumnos con las humanidades”, concluyó.

Un cierre musical cargado de simbolismo

La ceremonia concluyó con la actuación del cantautor Pau Alabajos, quien interpretó piezas emblemáticas de la música catalana como Què volen aquesta gent de Maria del Mar Bonet, Jo vinc d’un silenci de Raimon y Assumiràs la veu d’un poble de Vicent Andrés Estellés, poniendo el broche final a un acto de memoria, reivindicación y esperanza democrática.

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