Rusia rechaza las enmiendas europeas al plan de paz de Trump sobre Ucrania
La propuesta de paz impulsada por Estados Unidos para poner fin al conflicto en Ucrania continúa generando profundas divisiones entre los principales actores internacionales. Mientras Europa intenta introducir cambios al plan original presentado por la administración de Donald Trump, Rusia mantiene su rechazo a cualquier modificación y sostiene que solo considerará la versión inicial, que le resulta claramente favorable.
- Rusia rechaza las enmiendas europeas al plan de paz de Trump sobre Ucrania
- Posturas enfrentadas ante el plan estadounidense
- Negociaciones y enmiendas europeas
- Reacciones de Bruselas, Moscú y Washington
- El papel de Rusia y la firmeza del Kremlin
- Enmiendas sobre el contingente militar ucraniano
- Europa, entre la presión de Estados Unidos y la realidad del conflicto
- Perspectivas para una solución negociada
Posturas enfrentadas ante el plan estadounidense
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha impuesto un plazo para que se acepte su hoja de ruta hacia el armisticio en Ucrania. Sin embargo, las interpretaciones sobre las posibles concesiones de la Casa Blanca varían entre europeos, ucranianos y rusos. Moscú, por su parte, ha dejado claro que no considerará las enmiendas europeas y que se atiene estrictamente al primer borrador del plan.
La versión original del plan fue recibida con reservas por las principales potencias europeas, debido a sus notables ventajas para Rusia. A pesar de una aceptación inicial forzada, rápidamente los gobiernos europeos comenzaron a negociar enmiendas en un intento por equilibrar la propuesta, anticipando la previsible negativa de Moscú a involucrarse en revisiones diplomáticas.
Negociaciones y enmiendas europeas
Durante reuniones celebradas en Johannesburgo y Ginebra entre representantes europeos, estadounidenses y ucranianos, los aliados de Kiev aseguraron haber conseguido concesiones significativas por parte de Washington. Sin embargo, evitaron detallar públicamente en qué consisten estos cambios, que no abordan el principal obstáculo para una negociación de paz: el futuro de los territorios ucranianos ocupados o anexionados por Rusia.
El plan original estipulaba, entre otros puntos contrarios a los intereses ucranianos y europeos, la cesión de territorio a Rusia, la renuncia al ingreso de Ucrania en la OTAN y la reducción de sus fuerzas armadas. Según fuentes citadas por la agencia Reuters, las enmiendas europeas reducían el plan de 28 a 18 puntos e incluían una cláusula de asistencia a Ucrania similar al Artículo 5 de la OTAN, que contempla defensa mutua ante una agresión externa. No obstante, esta información no ha sido confirmada oficialmente.
- Eliminación de la obligación de Ucrania a renunciar a la OTAN de su Constitución.
- Subrayado de la falta de consenso sobre el ingreso de Kiev a la Alianza Atlántica, sin cerrar la puerta a una futura adhesión.
- Recomendación de que Ucrania no intente recuperar por la fuerza los territorios ocupados por Rusia tras un acuerdo de paz.
Reacciones de Bruselas, Moscú y Washington
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó los avances en las conversaciones multilaterales de Ginebra como un “progreso real hacia una paz justa y duradera en Ucrania”. Sin embargo, ni Estados Unidos ni Ucrania han especificado qué puntos del plan fueron modificados ni si estas actualizaciones serían aceptadas por el Kremlin, que mantiene la iniciativa en el terreno militar.
En paralelo, el presidente Trump emitió declaraciones ambiguas sobre la posibilidad de avances en las negociaciones, sugiriendo que algo positivo podría estar gestándose, aunque instó a la cautela hasta ver resultados concretos. Analistas estadounidenses consideran que existen contactos discretos entre Moscú y Kiev, relegando a los europeos a un papel secundario.
El papel de Rusia y la firmeza del Kremlin
Desde Moscú, la respuesta fue contundente. El Kremlin reiteró que tanto ucranianos como europeos pueden debatir enmiendas, pero la última palabra recaerá en Rusia y Estados Unidos. Yuri Ushakov, asesor presidencial ruso, calificó las enmiendas europeas de “nada constructivas” y confirmó que el plan original estadounidense, basado en acuerdos alcanzados durante la cumbre entre Putin y Trump en Alaska, contiene puntos aceptables para Moscú.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reafirmó en conversación con el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan que Rusia solo considerará la versión inicial de 28 puntos presentada por la Casa Blanca, la cual podría sentar las bases para un arreglo definitivo según el Kremlin. El portavoz Dmitri Peskov añadió que Moscú no había recibido ninguna comunicación oficial sobre las enmiendas europeas, interpretando la situación como un intento de marginar a Rusia, algo que consideró un grave error estratégico dado el curso de la guerra.
Enmiendas sobre el contingente militar ucraniano
Otro aspecto relevante de las negociaciones gira en torno al tamaño del ejército ucraniano tras el acuerdo de paz. Mientras que la propuesta inicial de Trump limitaba las fuerzas ucranianas a 600.000 efectivos (desde los 900.000 actuales), los europeos aseguran haber elevado ese umbral a 800.000 soldados. Esta cifra, sin embargo, no ha sido confirmada oficialmente y dista de la postura mantenida por Rusia.
Europa, entre la presión de Estados Unidos y la realidad del conflicto
Expertos advierten que los esfuerzos europeos por modificar el plan estadounidense podrían motivar a Rusia a endurecer sus propias exigencias y ampliar la brecha entre las visiones sobre el conflicto. Además, algunas de las reservas expresadas por los aliados de Kiev apuntan a disposiciones que obligarían a Ucrania a ceder el control de zonas estratégicas de Donetsk a cambio de la retirada rusa de otras regiones menos prioritarias, lo que podría llevar a Moscú a intensificar su ofensiva militar.
La estrategia europea de mediar entre Estados Unidos y Ucrania, intentando suavizar las condiciones más duras del plan de Trump, enfrenta el riesgo de verse desbordada si Washington refuerza su presión sobre Kiev. En tal caso, los países europeos podrían priorizar sus relaciones con Estados Unidos antes que un apoyo prolongado a Ucrania, como ya ocurrió en otros escenarios internacionales.
Perspectivas para una solución negociada
Mientras tanto, Turquía ha vuelto a ofrecer su mediación para facilitar contactos bilaterales entre Rusia y Ucrania, dejando a los europeos de lado en las negociaciones directas. La insistencia del Kremlin en mantener el plan original y la falta de consenso sobre las enmiendas propuestas por Europa refuerzan la percepción de que Moscú y Washington son los verdaderos actores decisivos en la búsqueda de una salida negociada.
El futuro de Ucrania, especialmente en lo relativo a la integridad territorial y su posición internacional, sigue siendo incierto. Si el conflicto persiste un año más, advierten analistas, Europa podría afrontar una carga económica prolongada y Ucrania la pérdida irreversible de parte significativa de su territorio.
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