Reyes Rigo, la última española de la Flotilla retenida en Israel tras intentar proteger a una compañera
La activista mallorquina Reyes Rigo cumple ya nueve días en prisión en Israel, tras ser detenida durante la intervención militar contra la Global Sumud Flotilla que se dirigía a Gaza. Es la única española, de los 49 que participaron en la iniciativa, que continúa encarcelada y la única de todos los miembros de la Flotilla que enfrenta una acusación penal formal por parte de las autoridades israelíes.
Una detención marcada por la defensa de una compañera
Reyes Rigo, acupuntora de 56 años y activista de larga trayectoria, fue arrestada el pasado 1 de octubre a bordo del Adara, el barco bajo bandera española que formaba parte de la flotilla humanitaria. Según diversos testimonios, entre ellos el de la también balear Alejandra Martínez, Rigo fue detenida tras intervenir para proteger a una compañera danesa que estaba siendo reducida por la fuerza por soldados israelíes. Ambas fueron arrastradas y separadas del resto del grupo en la prisión.
Las autoridades israelíes sostienen que Rigo habría mordido a una funcionaria de prisiones, provocándole lesiones leves. Sin embargo, la activista niega rotundamente estos hechos y asegura que la acusación no se corresponde con lo sucedido. Otras mujeres detenidas han corroborado su versión, desmintiendo la información difundida por algunos medios locales y denunciando la falta de atención médica durante el encarcelamiento, incluso para quienes padecen enfermedades crónicas.
Situación actual de los detenidos y trato en prisión
De los 464 miembros de la Flotilla detenidos por Israel, solo seis continúan privados de libertad: la propia Reyes Rigo, junto a los noruegos Samuel Rostol, Eline Froysa Norli y Christoforos Schuff O’Moore, y los marroquíes Aziz Rhali y Abdeladim Bendraoui. El resto ha sido deportado.
La activista española ha sido trasladada desde la prisión de máxima seguridad de Ketziot, en pleno desierto del Néguev, a un centro de reclusión en Beer Sheva, a unos 180 kilómetros al sur de Tel Aviv. Los testimonios de los detenidos y de personas que compartieron celda con Rigo coinciden en denunciar maltratos físicos y psicológicos por parte de los guardias israelíes, incluyendo tirones de pelo, golpes, insultos, privación de sueño y acceso restringido a agua potable.
Preocupación y críticas por la falta de información
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que Rigo permanecerá en prisión a la espera de una nueva audiencia judicial. No obstante, la familia de la activista denuncia escasez de comunicación directa por parte del Consulado español. «Siempre somos nosotros quienes debemos llamar para obtener información; nunca el consulado toma la iniciativa», lamentan.
A pesar de la incertidumbre, la familia de Rigo destaca su fortaleza y preparación para afrontar situaciones difíciles, recordando sus años de experiencia colaborando con ONG en la India y su práctica de meditación y yoga.
Un largo compromiso con las causas sociales
Reyes Rigo lleva más de quince años colaborando con organizaciones que apoyan a los adivasis, los pueblos indígenas de la India, y desde los años 80 ha estado implicada en movimientos juveniles y estudiantiles de corte progresista. Este año formó parte también de la Global March to Gaza, una marcha internacional que intentó romper el bloqueo sobre la Franja a través del paso de Rafah, en Egipto.
Durante la travesía de la Global Sumud Flotilla, Rigo contribuyó al bienestar de la tripulación ofreciendo sesiones de acupuntura y promoviendo el compañerismo a bordo del Adara. En declaraciones previas a su detención, destacó que su participación respondía a un compromiso con la solidaridad y los derechos humanos: «El silencio es complicidad, y ante la inacción de las instituciones, la sociedad civil debe actuar», expresaba.
Perspectivas legales y presión política
El equipo legal de Reyes Rigo advierte que sectores ultraconservadores israelíes están presionando para que se le imputen nuevos cargos, buscando un rédito político en el contexto electoral del país. No obstante, si se formalizara una nueva acusación, la activista podría ser liberada bajo un régimen de detención alternativo, que incluiría garantías de comparecencia ante futuras audiencias judiciales.
Mientras tanto, el entorno de Rigo mantiene la esperanza de que la próxima vista judicial se resuelva favorablemente y reclaman mayor implicación del Gobierno español para garantizar su bienestar y derechos durante el proceso.
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