Protestas por retrasos en la sanidad y movilización de mujeres sacuden al Gobierno de Moreno Bonilla

Lectura de 7 min

La crisis sanitaria y la movilización de las mujeres desafían la estabilidad del Gobierno de Moreno Bonilla

La gestión de la sanidad pública en Andalucía, y en particular los recientes retrasos en los programas de cribado mamográfico, han generado una oleada de críticas y protestas que ponen a prueba la fortaleza política del Ejecutivo autonómico liderado por Juan Manuel Moreno Bonilla (PP). La masiva movilización de mujeres afectadas y el respaldo ciudadano mostrado este domingo en Sevilla evidencian el malestar creciente en torno a la situación sanitaria, justo cuando la legislatura entra en su recta final y la mayoría absoluta del PP se ve amenazada.

Un deterioro progresivo de la sanidad pública

Los problemas en la sanidad andaluza no son nuevos, pero la percepción ciudadana sobre su agravamiento ha ido en aumento. A pesar de los compromisos del Gobierno regional, los datos de diversos sondeos reflejan una caída notable en la confianza de la población en el sistema público de salud. Según la última encuesta del Centro de Estudios Andaluces, la sanidad se ha convertido en la principal preocupación para los andaluces, superando incluso al histórico desempleo.

En junio de 2019, poco después de la llegada de Moreno Bonilla a la presidencia, el paro era el problema que más afectaba a la ciudadanía (26,2%), mientras que la sanidad ocupaba el segundo lugar (10,1%). Sin embargo, el barómetro de septiembre de 2025 muestra que la sanidad lidera ahora la lista de inquietudes, con un 21,6% de los encuestados situándola por delante del desempleo (12,2%) y el acceso a la vivienda (10%). Esta tendencia al alza evidencia el desgaste del Ejecutivo en materia sanitaria.

Disputas políticas y estrategias de comunicación

Ante el descontento social, el Gobierno andaluz ha intentado encauzar la crisis. Antonio Sanz, consejero de Salud y figura clave del gabinete de Moreno, ha buscado controlar la situación, aunque persisten dudas incluso dentro del Partido Popular sobre la efectividad de su gestión y comunicación. Voces internas reconocen que no se han ofrecido explicaciones a tiempo, lo que ha generado un profundo malestar entre las personas afectadas y ha facilitado que la oposición capitalice el conflicto.

En la jornada de protesta, el portavoz del PP andaluz, Toni Martín, minimizó el impacto de la concentración en Sevilla, calificándola de «fracaso absoluto» por parte de los partidos de izquierda y sindicatos. Martín argumentó que se trataba de un ataque directo a la figura de Moreno Bonilla e insinuó que se habían destinado recursos públicos para movilizar a los asistentes, restando legitimidad a la protesta.

Por su parte, Antonio Sanz optó por un tono conciliador, evitando el enfrentamiento con las asociaciones de mujeres afectadas. El consejero expresó públicamente su disposición al diálogo «claro, sincero y humilde» para reforzar los programas de cribado y atender a las demandas de las pacientes de cáncer de mama.

La oposición percibe un desgaste en la imagen de Moreno Bonilla

Desde la oposición, se interpreta este momento como un punto de inflexión. La hasta ahora sólida imagen de buen gestor que había cultivado Moreno Bonilla comienza a resquebrajarse. Inma Nieto, representante de Por Andalucía, señaló recientemente que el «personaje» político que inspiraba simpatía se ha diluido, dejando paso a una valoración más crítica de la gestión del presidente.

Las encuestas reflejan este desgaste. Aunque la posibilidad de un gobierno de izquierdas parece lejana por la fragmentación interna, la valoración personal de Moreno ha descendido en el último año, pasando de un 5,45 a un 5,02 sobre 10. Incluso, el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, obtiene una puntuación superior (5,3), pese a su menor nivel de conocimiento público.

El futuro político de la mayoría absoluta, en juego

La gestión de la crisis sanitaria y el movimiento ciudadano que ha surgido en torno a ella dibujan un escenario incierto para el PP andaluz. La formación había logrado captar votos de centroizquierda en las anteriores elecciones, pero este apoyo podría verse amenazado si no consigue revertir la percepción de deterioro de la sanidad pública.

Mientras tanto, Moreno Bonilla mantiene su estrategia política de firmeza y diferenciación frente a sus rivales, incluyendo a Vox, con quienes ya colaboró en la pasada legislatura. En un reciente debate parlamentario, el presidente andaluz subrayó la importancia de asumir responsabilidades y criticó a quienes, según él, abandonan el gobierno ante la dificultad.

Conclusión

El deterioro de la sanidad pública y la movilización social, especialmente liderada por mujeres afectadas por los retrasos en los programas de cribado, han situado la gestión de Moreno Bonilla en el centro del debate político andaluz. El desenlace de esta crisis será clave para determinar si el PP logra conservar su mayoría absoluta en las próximas elecciones o si, por el contrario, la presión ciudadana y el desgaste en la gestión abren una nueva etapa en la política andaluza.

Nota:

Los contenidos publicados en este sitio han sido generados y/o reelaborados mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial.

elpuebloinforma.com declina toda responsabilidad, directa o indirecta, por eventuales errores, inexactitudes, omisiones u otras irregularidades presentes en los textos.

El usuario reconoce que dichos contenidos tienen exclusivamente fines informativos y no pueden sustituir en ningún caso fuentes oficiales ni asesoramientos profesionales.

Compartir este artículo
No hay comentarios