Decenas de miles exigen la dimisión de Viktor Orbán tras escándalo de abusos en hogares infantiles
La capital húngara fue escenario de una masiva manifestación el pasado sábado, donde decenas de miles de ciudadanos exigieron la renuncia del primer ministro Viktor Orbán. El detonante de la protesta es un grave escándalo por presuntos abusos de menores en hogares infantiles del país, que ha sacudido tanto a la sociedad como al panorama político húngaro.
Un informe revela miles de casos de abuso
La reciente publicación de un informe elaborado por Péter Magyar, principal líder opositor y jefe del partido Tisza, ha desvelado la magnitud del problema. Según este documento, se habrían registrado alrededor de 3.300 presuntos casos de abuso de distintos niveles en hogares infantiles, cifra que representa el 20% de todos los menores residentes en estos centros.
El informe, basado en encuestas a centenares de empleados de los hogares y datos de los dos años previos, estima además que la cifra real podría ser mucho mayor, ya que sólo un cuarto de los casos llegarían a ser denunciados oficialmente. Destaca especialmente que más de 300 menores habrían sido víctimas de abuso sexual.
Protestas multitudinarias en Budapest
Bajo el lema “¡Basta ya! Manifestación en defensa de los menores”, la movilización fue convocada por Péter Magyar y recorrió las principales calles de Budapest hasta llegar a la sede de la oficina del primer ministro, situada en el emblemático barrio Castillo de Buda.
Durante el acto, Magyar criticó duramente la gestión del Gobierno: “El poder no es capaz de defender a los menores”. El líder opositor sostuvo que, en una democracia, tras escándalos de este calibre, tanto el primer ministro como el presidente deberían abandonar sus cargos, augurando el fin del gobierno del partido Fidesz, que lidera Orbán desde 2010.
Respuesta oficial y controversia política
El escándalo se agravó tras la difusión de varios vídeos que muestran a empleados de un centro correccional agrediendo físicamente a menores. Inicialmente, Viktor Orbán negó la existencia de delitos contra menores, pero tras la publicación de los vídeos, el Gobierno justificó que las víctimas eran jóvenes con antecedentes y ordenó la supervisión policial de los centros.
Expertos en protección infantil subrayaron que muchos de los jóvenes en estos centros están pendientes de juicio y deben gozar de la presunción de inocencia. La polémica creció cuando Magyar acusó al Gobierno de conocer y ocultar el informe sobre los abusos, aunque medios independientes señalaron que al menos parte del documento ya había sido publicada previamente.
Medidas adoptadas y contexto electoral
El Ministerio del Interior informó que en 2022 se remitió el informe a los responsables de los servicios especializados, se elaboró un protocolo de investigación y se presentaron más de 3.400 denuncias por sospecha de malos tratos a menores.
Este escándalo se produce en la antesala de las elecciones legislativas previstas para abril del próximo año. Según un reciente sondeo del Instituto Republikon, el partido Tisza lidera la intención de voto con un 43%, seguido por Fidesz con un 35%.
Principales puntos del escándalo
- Más de 3.300 presuntos casos de abuso en hogares infantiles, según el informe de Péter Magyar.
- Decenas de miles de ciudadanos marcharon en Budapest exigiendo la dimisión de Orbán.
- El Gobierno primero negó los hechos y luego intervino los centros tras la aparición de vídeos incriminatorios.
- Las elecciones legislativas de 2026 podrían verse influidas por el alcance del escándalo.
La sociedad húngara sigue conmocionada ante la magnitud de los abusos y la respuesta de las autoridades, en un contexto donde la protección de la infancia y la rendición de cuentas del poder político están en el centro del debate nacional.
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