Lecornu impulsa la suspensión de la reforma de pensiones para salvar la estabilidad del Gobierno francés

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Lecornu allana la suspensión de la reforma de pensiones en Francia en medio de la incertidumbre parlamentaria

El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha definido el proceso que seguirá la suspensión de la reforma de las pensiones, una medida clave exigida por el Partido Socialista para asegurar la estabilidad del actual Gobierno. En un contexto político marcado por la amenaza de dos mociones de censura y la fragmentación parlamentaria, Lecornu ha anunciado que la suspensión se presentará oficialmente en noviembre y se incorporará como una enmienda en los presupuestos de la Seguridad Social.

Presentación de la suspensión y calendario legislativo

Durante sendas comparecencias ante la Asamblea Nacional y el Senado, el primer ministro ha detallado la hoja de ruta de esta suspensión, que se mantendría vigente hasta enero de 2028. El objetivo es garantizar que el futuro del sistema de pensiones sea un tema central en el debate de las elecciones presidenciales previstas para 2027.

Lecornu ha subrayado que el Gobierno presentará la enmienda correspondiente al Proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social en noviembre, permitiendo así avanzar con rapidez y dentro de los plazos legales. El Parlamento tendrá entonces 50 días para examinar el presupuesto de la Seguridad Social y 70 días para el presupuesto general del Estado de 2026.

Presiones y riesgos políticos

Pese a la urgencia por aprobar las cuentas antes de fin de año, el Ejecutivo de Lecornu enfrenta una fuerte incertidumbre política. Dos mociones de censura, una presentada por la coalición de izquierdas La Francia Insumisa (LFI) y otra impulsada por el bloque ultranacionalista que lideran Agrupación Nacional (RN) y la UDR de Éric Ciotti, amenazan la continuidad del Gobierno.

Las estimaciones en la Asamblea Nacional indican que la moción de LFI podría estar cerca de reunir los votos necesarios para prosperar, dependiendo del apoyo de los diputados socialistas, quienes no están sujetos a disciplina de voto. El respaldo de la extrema derecha de Marine Le Pen añade presión, aunque se requeriría una mayoría absoluta de 289 votos para derrocar al Gobierno, cifra que por ahora parece lejana, situándose en torno a 270 votos a favor de la censura.

Concesiones y exigencias socialistas

La estrategia del Gobierno para sortear la crisis pasa por atender las demandas socialistas, que incluyen no solo la suspensión de la reforma de las pensiones, sino también medidas fiscales orientadas a los sectores de mayores ingresos y el compromiso de no recurrir a la aprobación de leyes por decreto.

No obstante, el margen de maniobra es reducido. El Partido Socialista ha dejado claro que podría retirar su apoyo en caso de que Lecornu no cumpla sus compromisos o no ofrezca nuevas concesiones durante el debate presupuestario.

Debate presupuestario y desafíos legislativos

La ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, ha subrayado la importancia de mantener el debate parlamentario y ha advertido sobre las consecuencias de una posible censura, que dejaría al país sin Gobierno y sin presupuestos aprobados, sumiendo a Francia en una situación de incertidumbre económica.

Lecornu, por su parte, ha advertido que la suspensión de la reforma de las pensiones debe ir acompañada de medidas que aseguren la financiación del sistema, ya que se prevé un déficit adicional de 400 millones de euros en 2026 y de 1.800 millones en 2027. Además, ha anunciado que propondrá confiar la gestión del sistema de pensiones a los interlocutores sociales, reforzando así el diálogo con los agentes del sector.

Obstáculos legislativos y posibles escenarios

El proceso parlamentario podría complicarse debido a la posible presentación de cientos de enmiendas y a la necesidad de conseguir mayorías en un Parlamento fragmentado, especialmente tras la renuncia del Gobierno a utilizar el mecanismo constitucional que permite la adopción de leyes sin votación.

Existe además el riesgo de que otras enmiendas incluidas en el texto presupuestario resulten inaceptables para la izquierda, lo que podría bloquear la tramitación de la suspensión de la reforma.

  • Si no se logra aprobar el presupuesto, el Gobierno podría recurrir a una ley especial, que permitiría mantener la recaudación de impuestos mientras se negocia un presupuesto definitivo, una medida ya utilizada en 2024 tras la caída del Ejecutivo de Michel Barnier.

Perspectivas a corto plazo

A pesar de las concesiones y la estrategia de diálogo, el Gobierno de Sébastien Lecornu afronta semanas decisivas. El apoyo socialista no es incondicional y la presión política y social en torno a la reforma de las pensiones y los presupuestos marcará la agenda francesa en los próximos meses.

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