Lecornu aprueba presupuesto clave, pero revela la debilidad de su Gobierno

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Lecornu supera un obstáculo clave para los presupuestos, pero queda expuesta la fragilidad de su Gobierno

El primer ministro francés, Sébastian Lecornu, logró este martes una victoria crucial al conseguir la aprobación de los presupuestos de la Seguridad Social en la Asamblea Nacional. La votación, sin embargo, evidenció la precariedad de su situación política: el texto fue respaldado por 247 diputados, apenas 13 más que los 234 votos en contra.

Un respaldo ajustado y alianzas frágiles

La aprobación del proyecto, que aún debe enfrentarse al escrutinio del Senado, se apoyó principalmente en la mayoría macronista, socialistas y algunos representantes de la derecha moderada. En la oposición se situaron los diputados de la extrema derecha liderada por Marine Le Pen y los de la formación de izquierda La Francia Insumisa (LFI), encabezada por Jean-Luc Mélenchon.

Tras tres semanas de intensas negociaciones, el Ejecutivo de Lecornu logró atraer el voto favorable de los socialistas y la abstención de la mayoría de los ecologistas. Sin embargo, el verdadero desafío está aún por llegar: la aprobación de los presupuestos generales de 2026.

Un método arriesgado que evita el recurso constitucional

A diferencia de sus predecesores, el primer ministro ha optado por no recurrir al mecanismo constitucional que permite adoptar presupuestos sin voto parlamentario, aunque esta estrategia aumenta el riesgo de enfrentar una moción de censura. Tanto Michel Barnier como François Bayrou, anteriores jefes de gobierno, recurrieron a esa vía en el pasado.

En lugar de imponer su proyecto, Lecornu ha optado por negociar y ceder ante diferentes fuerzas políticas, lo que ha resultado en un presupuesto que, si bien no representa plenamente a ningún grupo, sí ha logrado reunir un mínimo común denominador suficiente para avanzar.

Principales concesiones y desafíos para el futuro

Entre las medidas más destacadas está la suspensión de la reforma de las pensiones, una de las principales reformas estructurales impulsadas por Emmanuel Macron en 2023. Esta reforma, que había elevado la edad mínima de jubilación a 64 años, fue aprobada sin votación parlamentaria y generó masivas protestas en todo el país. Su suspensión deja la cuestión en el aire y anticipa que será un tema central en las próximas elecciones presidenciales.

Otras concesiones incluyeron el aumento de fondos para el sistema sanitario, la renuncia a congelar ciertos subsidios y el refuerzo de los recursos para los hospitales públicos. Estas medidas permitieron consolidar una mayoría ajustada, cuya solidez será puesta a prueba en la tramitación de los presupuestos generales.

Francia se encuentra en un momento crítico, con escaso margen para maniobrar. El país debe afrontar la necesidad de realizar importantes recortes o incrementar los impuestos, con el fin de reducir un déficit público que este año superará el 5%. París se ha comprometido ante la Unión Europea a acercar ese déficit al 3% para 2029.

Tensiones en las alianzas políticas

La votación de los presupuestos de la Seguridad Social ha provocado fracturas en las alianzas conformadas tras las elecciones legislativas del año pasado. En la izquierda, el apoyo de los socialistas al Gobierno y la abstención de los ecologistas han generado fuertes críticas de La Francia Insumisa, que ha acusado a sus antiguos aliados de “salvar el cuello” de Macron.

Por su parte, en la alianza macronista también surgieron tensiones internas. Figuras como el ex primer ministro Édouard Philippe expresaron públicamente sus reservas sobre el presupuesto y, junto con sus 34 diputados, optaron finalmente por la abstención. Esta postura recibió críticas de otros miembros de la coalición, como el ex jefe de Gobierno Gabriel Attal, en lo que parece ser el inicio de las maniobras para la sucesión de Macron, quien no podrá optar a un tercer mandato.

Un horizonte político incierto

El proceso legislativo continuará en un contexto político poco acostumbrado a los pactos y consensos parlamentarios. A pesar de las dificultades, la aprobación de los presupuestos de la Seguridad Social representa un avance para Lecornu y valida, al menos por ahora, su estrategia de diálogo y concesiones.

Con los presupuestos generales en el horizonte y la presión de la situación económica, el Gobierno francés afronta semanas decisivas que pondrán a prueba la estabilidad del Ejecutivo y la capacidad de construir acuerdos en un escenario político cada vez más fragmentado.

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