Las empresas de armas baten récords: ingresan 679.000 millones de dólares en 2024 impulsadas por los conflictos globales

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Los ingresos de las empresas de armas crecen un 5,9% en 2024 y alcanzan la cifra récord de 679.000 millones de dólares

El sector armamentístico mundial ha alcanzado en 2024 un nuevo récord de ingresos, impulsado principalmente por el aumento de la demanda derivada de los conflictos geopolíticos y el incremento de los presupuestos de defensa. Según el último informe publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), las cien mayores empresas de armas y servicios militares sumaron 679.000 millones de dólares en ventas, lo que supone un crecimiento del 5,9% respecto al año anterior.

Este repunte responde, en gran medida, a las consecuencias de las guerras en Ucrania y Gaza, así como a la intensificación de las tensiones internacionales, factores que han empujado a numerosos gobiernos a reforzar sus capacidades militares. El estudio de SIPRI, que analiza datos entre 2002 y 2024 e incluye cifras de compañías estadounidenses, europeas, rusas y chinas, evidencia que el alza generalizada de ingresos se ha registrado en casi todas las regiones, con la excepción de Asia y Oceanía.

Estados Unidos y Europa lideran el crecimiento

Las empresas estadounidenses siguen dominando el sector, con 39 compañías incluidas en el top 100 de SIPRI. En 2024, sus ingresos por ventas de armas aumentaron un 3,8%, hasta alcanzar los 334.000 millones de dólares. Destacan especialmente grandes contratistas como Lockheed Martin, Northrop Grumman y General Dynamics, que se han beneficiado del incremento de pedidos tanto nacionales como internacionales.

Sin embargo, el informe advierte que la industria militar de Estados Unidos enfrenta retos importantes. El desarrollo de programas emblemáticos como el avión de combate F-35, el submarino clase Columbia y el misil balístico intercontinental Sentinel se ha visto afectado por retrasos y sobrecostes, lo que genera incertidumbre sobre la entrega y el despliegue de nuevos sistemas de armas. Según SIPRI, estos desafíos podrían condicionar la planificación y el gasto militar estadounidense en los próximos años, así como los esfuerzos para mejorar la eficiencia presupuestaria.

En Europa, 23 de las 26 empresas armamentísticas incluidas en la clasificación —excluyendo a las rusas— experimentaron un crecimiento en sus ingresos, que aumentaron en conjunto un 13% hasta los 151.000 millones de dólares. Este avance está relacionado con la creciente demanda de material militar, especialmente a raíz de la guerra en Ucrania y el refuerzo de la defensa frente a la amenaza rusa.

Cabe destacar el caso de la checa Czechoslovak Group, que registró el mayor incremento porcentual del ranking, con un aumento del 193% en sus ingresos por armas, alcanzando los 3.600 millones de dólares. Gran parte de este crecimiento se atribuye a exportaciones destinadas a Ucrania, apoyadas por la Iniciativa Checa de Municiones. Por su parte, la ucraniana JSC Ukrainian Defense Industry incrementó sus ventas un 41%, hasta los 3.000 millones de dólares.

Desafíos para la industria europea

A pesar del auge en la facturación, la industria armamentística europea enfrenta desafíos significativos relacionados con el acceso a materias primas críticas. SIPRI advierte que la dependencia de minerales esenciales, como el titanio, puede obstaculizar los planes de rearme y modernización. Empresas como Airbus y Safran, que antes de 2022 cubrían la mitad de sus necesidades de titanio con importaciones rusas, se han visto obligadas a diversificar proveedores tras la imposición de sanciones. Además, las restricciones chinas a la exportación de minerales estratégicos han elevado los costes y la complejidad de las cadenas de suministro, afectando a compañías como Thales y Rheinmetall.

Resiliencia de la industria rusa

Pese a las sanciones internacionales impuestas tras la invasión de Ucrania, las principales empresas armamentísticas rusas mantienen una notable capacidad de adaptación. Rostec y United Shipbuilding Corporation, las dos representantes rusas en el top 100 de SIPRI, aumentaron sus ingresos por la venta de armas un 23%, hasta los 31.200 millones de dólares. El informe atribuye este resultado a la fuerte demanda interna, que ha compensado la caída de las exportaciones.

No obstante, el panorama en Rusia no está exento de dificultades. La escasez de mano de obra cualificada podría ralentizar la producción e impactar en la innovación tecnológica, según SIPRI. A pesar de estos retos, el sector ha mostrado una resiliencia mayor de la esperada durante el conflicto actual.

Caída en Asia y Oceanía

A diferencia de otras regiones, Asia y Oceanía experimentaron una ligera disminución en los ingresos por ventas de armas, con 130.000 millones de dólares en 2024, lo que representa un 1,2% menos que el año anterior. Esta caída se debe principalmente al descenso del 10% en los ingresos de las ocho empresas chinas incluidas en el ranking, destacando la reducción del 31% en la facturación de NORINCO, principal fabricante de sistemas terrestres de China.

En contraste, las empresas japonesas y surcoreanas mantienen una tendencia al alza, impulsadas por la sólida demanda nacional y europea.

Oriente Próximo y Turquía ganan protagonismo

Por primera vez, nueve empresas de Oriente Próximo figuran entre las cien mayores del mundo, con ingresos conjuntos de 31.000 millones de dólares. Las tres compañías israelíes del ranking aumentaron sus ventas un 16%, hasta los 16.200 millones de dólares, reflejando el impacto de la situación regional.

Turquía también refuerza su presencia en el sector, con cinco empresas que suman ingresos por 10.100 millones de dólares, un 11% más que en 2023. Destaca asimismo el crecimiento del conglomerado estatal de Emiratos Árabes Unidos, EDGE Group, que alcanzó los 4.700 millones de dólares en ventas de armamento.

Perspectivas y retos futuros

El informe de SIPRI pone de manifiesto que el sector armamentístico global se encuentra en una fase de expansión marcada por la incertidumbre geopolítica y la reconfiguración de cadenas de suministro. Mientras que Estados Unidos y Europa capitalizan el aumento de la demanda, la industria enfrenta retos estructurales como la escasez de materiales y personal cualificado, así como la necesidad de adaptarse a un entorno internacional cada vez más complejo y regulado.

  • Estados Unidos y Europa lideran el crecimiento global de ingresos en el sector armamentístico.
  • Asia y Oceanía registran un descenso en ventas, lastrado por el retroceso de las empresas chinas.
  • El acceso a minerales críticos y la reorganización de cadenas de suministro suponen desafíos clave para la industria europea.
  • La resiliencia de la industria rusa se mantiene pese a las sanciones internacionales.
  • Oriente Próximo y Turquía aumentan su peso en el mercado mundial de armas.

Con el panorama internacional marcado por la inestabilidad, se espera que el sector armamentístico continúe siendo un actor clave en la economía global, aunque sometido a presiones cada vez mayores para adaptarse a los retos de un mundo en constante cambio.

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