La Unión Europea acuerda poner fin a todas las compras de gas ruso en 2027
La Unión Europea (UE) ha dado un paso decisivo hacia la independencia energética respecto a Rusia. Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han alcanzado un acuerdo para eliminar de manera gradual y definitiva las importaciones de gas ruso, estableciendo el otoño de 2027 como fecha límite para esta desvinculación total.
Un acuerdo histórico para la seguridad energética
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el acuerdo como “un día histórico” durante una comparecencia en Bruselas junto al comisario de Energía, Dan Joergensen, y el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol. Según Von der Leyen, la decisión marca el comienzo de una nueva etapa en la política energética europea, orientada hacia fuentes más seguras, limpias y asequibles.
El acuerdo aún requiere la aprobación formal tanto del pleno del Parlamento Europeo como del Consejo para su entrada en vigor. Una vez adoptado, pondrá fin a la dependencia energética del gas ruso, que ha sido objeto de debate y preocupación desde el inicio de la guerra en Ucrania y las sucesivas crisis energéticas en el continente.
Calendario de eliminación progresiva
La desconexión del gas ruso se ejecutará de manera escalonada. El proceso comienza con la retirada gradual del gas natural licuado (GNL), que deberá completarse a más tardar el 31 de diciembre de 2026. Posteriormente, se eliminarán las importaciones de gas por gaseoducto, con una fecha límite fijada para septiembre de 2027.
- Contratos a corto plazo de GNL: Firmados antes del 17 de junio de 2025, estarán prohibidos a partir del 25 de abril de 2026.
- Contratos a corto plazo de gaseoducto: Prohibidos desde el 17 de junio de 2026.
- Contratos a largo plazo de GNL: Firmados antes del 17 de junio de 2025, se prohibirán a partir del 1 de enero de 2027.
- Fin definitivo de las importaciones por gaseoducto: 30 de septiembre de 2027.
No obstante, se prevén salvaguardas para los países que enfrenten dificultades para alcanzar los niveles de almacenamiento requeridos. Estos Estados podrán retrasar la prohibición de importaciones por gaseoducto hasta noviembre de 2027.
Medidas adicionales y transparencia
El acuerdo incorpora mecanismos para prevenir la elusión de las restricciones y refuerza la vigilancia en aduanas. Además, se implementarán nuevas medidas para asegurar la transparencia, el seguimiento y la trazabilidad del gas ruso en los mercados comunitarios.
Impacto en la financiación rusa y apoyo a Ucrania
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, destacó que esta decisión representa un golpe directo a la financiación de la maquinaria de guerra rusa y fortalece la seguridad energética europea a largo plazo. La medida se enmarca en el compromiso de la UE de apoyar a Ucrania y garantizar la autonomía estratégica del bloque.
Planes nacionales y diversificación energética
Junto a la eliminación del gas, el acuerdo prevé la reducción progresiva de las importaciones de petróleo ruso, aunque por el momento no se han establecido plazos específicos. Actualmente, solo Hungría y Eslovaquia dependen significativamente del crudo ruso.
Los Estados miembros deberán presentar planes nacionales de diversificación antes del 1 de marzo de 2026, detallando las medidas para garantizar el suministro de gas y petróleo. Además, tendrán que informar a la Comisión Europea sobre la existencia de contratos vigentes de suministro de gas ruso o posibles prohibiciones legales nacionales en el plazo de un mes tras la entrada en vigor del reglamento.
La Comisión revisará estos planes y podrá emitir recomendaciones en un plazo máximo de tres meses desde su recepción, asegurando así la coherencia y efectividad de la estrategia energética europea.
Hacia una nueva era energética en Europa
Con este acuerdo, la Unión Europea busca cerrar una etapa marcada por la dependencia de las fuentes energéticas rusas y avanzar hacia un modelo basado en energías limpias, seguras y propias. La decisión supone un cambio estructural en la política energética europea y refuerza el papel del bloque como líder en la transición energética global.
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