La deuda pública española marca récord histórico y pone en jaque la estabilidad económica

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La deuda pública española supera los 1,7 billones y amenaza la estabilidad económica

La deuda pública española ha alcanzado un nuevo máximo histórico, superando los 1,7 billones de euros en septiembre, según los últimos datos del Banco de España. Este incremento, que en el último mes fue de 10.589 millones de euros, mantiene la tendencia alcista que ha caracterizado a las finanzas públicas durante los últimos años. El ritmo de endeudamiento no da señales de desaceleración, lo que plantea serios desafíos para la sostenibilidad económica a medio y largo plazo.

Un crecimiento imparable del endeudamiento

Desde el inicio del actual mandato gubernamental, la deuda pública ha experimentado un aumento significativo: se ha incrementado en más de 552.000 millones de euros, situándose en agosto en 1,710 billones de euros. La magnitud de este crecimiento es tal que, desde 2018, la deuda avanza a un ritmo aproximado de 206 millones de euros diarios. Esto equivale a casi 1.500 millones de euros cada semana y más de 8 millones cada hora.

  • Incremento diario: 206,32 millones de euros
  • Incremento por minuto: 143.276 euros
  • Deuda por persona (desde 2018): +11.179 euros

Para ponerlo en perspectiva, durante una pausa de quince minutos, el endeudamiento nacional crece en más de 2 millones de euros; en una jornada laboral de ocho horas, el incremento es de casi 70 millones.

Impacto en la economía y en los servicios públicos

Este aumento del endeudamiento tiene importantes repercusiones. Por un lado, condiciona la capacidad de financiación del Estado, especialmente si el Banco Central Europeo reduce la compra de deuda. Por otro, los crecientes intereses que se derivan de esta deuda limitan los recursos disponibles para servicios esenciales y aumentan el gasto público, lo que puede agravar aún más el déficit.

El incremento del gasto público, basado en ingresos coyunturales y no en una mejora estructural de la economía, está llevando a una situación de insostenibilidad financiera. En 2022, por ejemplo, pese a una recaudación adicional de más de 30.000 millones de euros, la reducción del déficit fue mínima, lo que evidencia el fuerte crecimiento del gasto.

En 2023 y 2024, la contención del déficit ha dependido principalmente del aumento de ingresos por inflación y de revisiones extraordinarias del PIB, no de un ajuste en el gasto público. Para 2025, el Gobierno apuesta de nuevo por el crecimiento de los ingresos, mientras que el gasto no deja de aumentar, como refleja el techo de gasto previsto.

Presiones adicionales y riesgos futuros

La situación podría agravarse aún más si se implementa el concierto catalán, lo que supondría una considerable pérdida de ingresos para la Administración central y aumentaría la presión sobre los servicios públicos financiados con fondos estatales. Además, el déficit estructural español se sitúa ya en torno al 4% del PIB, un nivel que preocupa especialmente a la Comisión Europea y que pone de manifiesto el desequilibrio de las cuentas públicas.

El crecimiento del gasto estructural, el desequilibrio en la Seguridad Social y el efecto expulsión de la inversión privada a causa del elevado gasto público son factores que contribuyen a un deterioro sostenible de la economía. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha advertido de la necesidad de corregir este incremento del gasto en unos 5.000 millones de euros para evitar un mayor deterioro fiscal.

El peso de la deuda respecto al PIB

Según el Banco de España, la deuda pública representa actualmente el 103,2% del PIB español. Este porcentaje se ve mitigado por la revisión al alza del PIB realizada en 2021; sin esa revisión, la ratio de deuda ascendería al 105,4%. En los últimos cuatro meses, la deuda ha supuesto, en promedio, el 104% del PIB, un nivel elevado y en ascenso en valores absolutos.

En términos de crecimiento, durante el primer año del actual gobierno la deuda aumentó en 38.688 millones de euros, mientras que, tras casi siete años, el incremento total supera los 552.000 millones. La deuda per cápita ha pasado de crecer 828 euros en el primer año a más de 11.000 euros por persona en el periodo completo.

Consecuencias para la economía y medidas necesarias

A pesar de la inyección de gasto público y las revisiones estadísticas favorables, España sigue rezagada en la recuperación económica respecto a la media europea. Esto se refleja en el retroceso del PIB per cápita en comparación con la Unión Europea.

  • Mayor presión fiscal sobre los ciudadanos
  • Pérdida de poder adquisitivo por inflación
  • Reducción de la competitividad empresarial

Expertos señalan que es imprescindible reducir el gasto ineficiente, fomentar la inversión productiva privada y devolver a los ciudadanos parte de la recaudación extra derivada de la inflación. Asimismo, resulta fundamental revisar la política fiscal para evitar que el incremento de deuda y déficit lastre el crecimiento futuro y la estabilidad económica del país.

Conclusión

El crecimiento sostenido de la deuda pública española, impulsado por el aumento del gasto y el déficit, constituye una amenaza para la estabilidad económica a medio y largo plazo. Si bien las revisiones estadísticas y el contexto inflacionario han permitido mitigar temporalmente algunos indicadores, los riesgos estructurales persisten. Corregir el rumbo será esencial para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y la competitividad de la economía española en el futuro.

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