Una jueza de EE.UU. prohíbe temporalmente detener de nuevo al salvadoreño Kilmar Ábrego
Una jueza federal en Maryland ha emitido una orden que impide, de manera temporal, que las autoridades estadounidenses vuelvan a detener a Kilmar Ábrego, un ciudadano salvadoreño recientemente liberado tras haber sido deportado de forma irregular a El Salvador. La medida surge en medio de una creciente polémica sobre los procedimientos migratorios en Estados Unidos.
Detención sin base legal
La jueza Paula Xinis determinó que el arresto de Ábrego se produjo “sin autoridad legal”, lo que motivó su inmediata liberación del centro de detención migratoria en Pensilvania este jueves. Según informó Simon Sandoval-Moshenberg, uno de los abogados de Ábrego, la orden busca evitar que las autoridades migratorias reincidan en la detención mientras se resuelven los aspectos legales pendientes.
Tras su puesta en libertad, el equipo legal solicitó protección temporal para Ábrego debido a que fue citado en el centro de inmigración del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Baltimore. Los abogados temían que, como en ocasiones anteriores, la liberación fuera solo un paso previo a una nueva detención.
Testimonio y reacciones
Antes de presentarse ante las autoridades migratorias en Baltimore, Ábrego declaró ante los medios sentirse “un hombre libre” y manifestó su confianza en el sistema judicial estadounidense. “Quiero que me recuerden así, con la cabeza bien alta”, expresó, agradeciendo el apoyo de su familia, su equipo legal y quienes lo han acompañado durante el proceso.
El abogado Sandoval-Moshenberg denunció lo que calificó como una “campaña de persecución” contra su defendido y pidió responsabilidades para la Administración federal. Aunque Ábrego ha sido liberado, permanece bajo libertad provisional dictada por un juez de Tennesse, a la espera de un juicio por cargos relacionados con tráfico de personas.
Un caso emblemático para las organizaciones migrantes
Kilmar Ábrego, de 30 años, reside en Maryland y llegó a Estados Unidos cuando era adolescente. Está casado y tiene hijos, todos ciudadanos estadounidenses. En 2019, un juez de inmigración determinó que no podía ser deportado a El Salvador debido a las amenazas que enfrentaba por parte de una pandilla, sin embargo, la administración de Donald Trump procedió con la deportación, hasta que una orden judicial exigió su regreso.
El caso de Ábrego ha adquirido relevancia nacional y es citado por organizaciones defensoras de derechos de los migrantes como ejemplo de los desafíos y riesgos que enfrentan los migrantes bajo las políticas migratorias restrictivas.
Opciones ante un futuro incierto
El futuro de Ábrego aún es incierto. Según su abogado, el Gobierno estadounidense ha considerado la posibilidad de deportarlo a un país africano con el que no tiene ningún vínculo personal. Sin embargo, Costa Rica le ha ofrecido la condición de refugiado, opción que podría considerar mientras también evalúa solicitar asilo en Estados Unidos.
- Ábrego puede aceptar el estatuto de refugiado en Costa Rica.
- Permanecer en EE.UU. y luchar por el asilo.
- El Gobierno dispone de varias herramientas legales para decidir los próximos pasos en el caso.
Mientras tanto, la orden judicial emitida por la magistrada Xinis proporciona a Ábrego una protección temporal crucial, a la espera de que se aclaren sus circunstancias legales y migratorias en el país.
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