¿Cómo sería vivir bajo el régimen franquista? Una joven desmonta los bulos en redes sociales
En los últimos tiempos, ciertos discursos que idealizan la dictadura franquista han comenzado a circular entre parte de la juventud española, promoviendo la creencia de que “con Franco se vivía mejor”. Ante esta tendencia, la politóloga Lucía de Castro Revuelta ha publicado un vídeo en su perfil de Instagram para responder a estos bulos y recordar cómo era realmente la vida bajo el régimen franquista.
Desmintiendo mitos sobre el franquismo
De Castro inicia su vídeo con una pregunta directa: “Vamos a ver quién de hoy aguantaría un solo día bajo el régimen franquista”. A través de ejemplos cotidianos, ilustra las restricciones y la falta de libertades que caracterizaban ese periodo de la historia de España, desmontando así la visión idílica que algunos pretenden difundir.
La censura en la vida diaria
Uno de los primeros aspectos que destaca es la censura, omnipresente en la dictadura. Según explica, “tu playlist y tu serie favorita pasarían la revisión de un censor y no podrías ver ni escuchar nada considerado inmoral”. De Castro recuerda que la libertad para consumir contenidos culturales estaba severamente limitada, y cualquier expresión artística debía pasar un filtro ideológico.
Restricciones a la apariencia y la expresión personal
El control del régimen también se extendía al ámbito personal. Llevar el pelo largo, usar minifalda o cualquier prenda considerada atrevida podía ser motivo de detención por “escándalo público”. Además, la simple difusión de un meme político, algo habitual hoy en día, podía acarrear detención y multas por parte de las autoridades.
La situación de las mujeres bajo el franquismo
La politóloga pone el foco en las graves limitaciones a los derechos de las mujeres. “Si eres mujer, olvídate de viajar, trabajar o abrir una simple cuenta bancaria sin el permiso de tu marido o de una autoridad masculina”, explica. Durante la dictadura, el Estado y la Iglesia imponían un modelo social que relegaba a las mujeres a un papel subordinado, centrado en la sumisión al hombre.
Libertad de reunión y de idioma, restringidas
Otra de las realidades que resalta De Castro es la falta de libertades civiles. “Una reunión de más de tres personas requeriría la autorización previa”, señala, subrayando la represión de cualquier tipo de asociación o manifestación. Además, el uso de lenguas cooficiales como el catalán, gallego o euskera estaba prohibido en el ámbito público, lo que suponía una fuerte represión cultural.
Defensa de la democracia frente a la desinformación
Lucía de Castro concluye su intervención con un llamamiento a la defensa de la democracia ante el auge de discursos neofranquistas y la proliferación de bulos. “Vamos a defender la democracia frente a este auge de la derecha neofranquista con todos estos bulos que lo que buscan es borrar la historia real y reescribir una fantasía que nunca existió para retroceder en derechos”, afirma.
Reflexión final
El vídeo de Lucía de Castro se suma así a los esfuerzos por preservar la memoria histórica y evitar que la desinformación distorsione el pasado reciente de España. Su mensaje recuerda la importancia de conocer la historia para no repetir los errores del pasado y valorar las libertades actuales.
Nota:
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