Irán condena en ausencia al cineasta Jafar Panahi a un año de prisión
El director iraní Jafar Panahi, reconocido internacionalmente y reciente ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, ha sido condenado en ausencia a un año de prisión por un tribunal revolucionario de Teherán. La sentencia, que también incluye la prohibición de salir del país durante dos años, se atribuye a «actividades de propaganda contra el sistema», según informaron fuentes legales.
Acusaciones y restricciones adicionales
Según detalló Mostafa Nili, abogado del cineasta, la Sección 26 del Tribunal Revolucionario Islámico impuso la condena en ausencia, ya que Panahi actualmente reside fuera de Irán. Además de la pena de prisión, el director enfrenta la prohibición de abandonar el país y de participar en asociaciones políticas o sociales durante dos años. La defensa anunció que recurrirá la sentencia a través de los mecanismos legales pertinentes.
Un regreso breve y una carrera marcada por la censura
Panahi, también guionista y activista por los derechos humanos, había logrado salir de Irán en mayo tras cumplir una prohibición de 15 años de viajar al extranjero y permanecer siete meses encarcelado. Su salida le permitió presentar en Cannes su última película, Un simple accidente, una obra con fuerte carga política que denuncia la violencia estatal.
Durante la conferencia de prensa en el festival francés, Panahi subrayó el carácter político de su filme: «Un simple accidente no la hemos hecho nosotros, la ha hecho la República Islámica, es la República Islámica la que nos encarcela. Deben saber que cuando encarcelan a un artista tienen que asumir las consecuencias».
Retrato de la vida en Irán y denuncia social
Un simple accidente explora la vida cotidiana de los ciudadanos iraníes desde una perspectiva a menudo surrealista. La trama sigue a un grupo de antiguos presos políticos que intentan identificar a su torturador solo por su voz, mientras se enfrentan a tareas cotidianas como organizar una boda, trabajar en un taller mecánico o asistir a una mujer en parto.
En una entrevista durante el Festival de San Sebastián, Panahi afirmó que la República Islámica «se ha autodestruido por dentro, solo le queda el cuerpo», enfatizando su visión crítica sobre la situación política de su país.
Un referente del cine internacional
Jafar Panahi, de 65 años, es uno de los pocos cineastas que ha logrado conquistar los máximos galardones de los tres festivales más destacados del mundo: Cannes, Venecia y Berlín. Entre sus reconocimientos se encuentran el León de Oro de Venecia por El círculo (2000), el Oso de Oro de Berlín por Taxi Teherán (2015) y la reciente Palma de Oro de Cannes por Un simple accidente, que además fue presentada por Francia como candidata al Óscar a mejor película internacional.
Persecución judicial y represión
La trayectoria de Panahi ha estado marcada por la persecución política. En 2010, fue sentenciado a seis años de prisión y 20 años de prohibición para realizar películas, escribir guiones, viajar al extranjero o conceder entrevistas, bajo acusaciones de «reunión y colusión contra la seguridad nacional» y «propaganda contra el sistema». Más recientemente, en 2022, fue arrestado nuevamente tras protestar por la detención de otros cineastas, permaneciendo encarcelado hasta febrero de 2023, cuando fue liberado tras una huelga de hambre.
Papel del arte frente a la represión
En declaraciones sobre su experiencia en prisión, Panahi relató: «En la cárcel te sientan en una silla frente a la pared con los ojos vendados mientras un policía te interroga. Pero más que tener la atención puesta en qué contestar, estás pendiente de la voz que te está preguntando. Quieres reconocer y entender a esa persona y tu oído se fortalece, pierdes el resto de los sentidos».
La condena a Jafar Panahi reabre el debate internacional sobre la libertad de expresión y la represión de artistas en Irán, situando nuevamente en el centro del foco mediático la situación de los derechos humanos en el país.
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