Hector Sánchez: “La izquierda catalana debe recuperar un espacio de diálogo para construir una alternativa”
En el marco de la Festa Realitat, celebrada este sábado en el barrio de Nou Barris en Barcelona, el secretario general de Comunistes de Catalunya, Hector Sánchez, lanzó una propuesta dirigida a toda la izquierda catalana: organizar un gran encuentro de debate y reflexión estratégica para definir objetivos comunes y rearmar políticamente a este espacio. La iniciativa llega en un contexto de profunda transformación política, marcado por el avance de la extrema derecha tanto en Europa como a nivel local.
- Hector Sánchez: “La izquierda catalana debe recuperar un espacio de diálogo para construir una alternativa”
- Un llamamiento a la unidad y al diálogo estratégico
- Diagnóstico del contexto: auge de la extrema derecha y fragmentación de la izquierda
- Construir un proyecto común: los retos estratégicos
- Repensar el modelo económico
- El papel de Comunistes de Catalunya y los retos de la unidad
- Más allá de la resistencia: una batalla por la hegemonía
- Movilización social y cambio de ciclo
- Alianzas más allá de Catalunya
- Conclusión
Un llamamiento a la unidad y al diálogo estratégico
La convocatoria, según detalló Sánchez, está abierta no solo a la izquierda política y social de Catalunya, sino también a fuerzas de territorios de habla catalana y de otros puntos del Estado español. La idea central es celebrar este encuentro en primavera, con una participación lo más amplia posible de partidos, organizaciones y representantes con capacidad de trasladar los debates a sus respectivas estructuras. “Se trata de sentarnos a hablar, compartir diagnósticos y confrontar ideas”, explicó Sánchez, subrayando la importancia de construir una alternativa real, que podría concretarse en una “república catalana democrática de todos los derechos”.
Diagnóstico del contexto: auge de la extrema derecha y fragmentación de la izquierda
Sánchez es claro al describir el actual panorama político: el avance de fuerzas ultraconservadoras en Europa —con ejemplos como el gobierno de Giorgia Meloni en Italia y el auge de la extrema derecha en Alemania, Francia y Reino Unido— amenaza con replicarse en España y Catalunya. Vox ya está consolidado en el Parlament catalán y las encuestas auguran la irrupción de Aliança Catalana, lo que puede modificar radicalmente el mapa político.
En este nuevo escenario, Sánchez identifica tres grandes bloques políticos:
- El campo de la extrema derecha, representado por Vox y Aliança Catalana.
- El bloque neoliberal, donde ubica a fuerzas como Junts y PSC.
- La izquierda, que atraviesa una etapa de desánimo, desorientación estratégica y escasa movilización social.
Frente a este contexto, el dirigente de Comunistes de Catalunya advierte que la extrema derecha está capitalizando el desencanto social ofreciendo respuestas simples a problemas complejos, mientras que la izquierda debe recuperar su capacidad de propuesta y esperanza.
Construir un proyecto común: los retos estratégicos
Para Sánchez, el primer paso del encuentro debe ser un análisis compartido del ciclo político anterior y del momento actual. No se trata, en primera instancia, de acordar una estrategia común, sino de poner sobre la mesa las discrepancias y buscar objetivos mínimos compartidos que permitan esbozar un proyecto de país.
Desde la perspectiva de Comunistes, estos objetivos deben abordar cuestiones fundamentales como:
- El derecho a la vivienda.
- La respuesta al cambio climático y el modelo económico.
- La solidaridad internacional, como la causa palestina.
- La creación de una república catalana democrática y garante de derechos.
Sánchez destaca la importancia de aprender tanto de los avances como de los fracasos de ciclos anteriores, como el 15M o el proceso independentista del 1 de octubre, para no repetir errores y construir sobre los logros alcanzados.
Repensar el modelo económico
Uno de los ejes centrales del debate propuesto por Sánchez es la necesidad de replantear el modelo económico catalán. Critica la continuidad del modelo basado en el turismo, la construcción y la “sociovergencia” (alianza implícita entre Junts y PSC), y aboga por una economía que ponga la vida en el centro, apostando por el valor añadido, la economía circular y la sostenibilidad ambiental. “Tenemos que dejar atrás la competitividad basada en salarios bajos y apostar por un nuevo modelo productivo”, señala.
El papel de Comunistes de Catalunya y los retos de la unidad
Sánchez reconoce que, como organización pequeña, Comunistes de Catalunya puede facilitar el diálogo sin ser percibida como amenaza electoral. “Esto nos permite sentar en la misma mesa a una parte significativa de la izquierda para iniciar el debate”, afirma. Sin embargo, rechaza que la meta sea, por ahora, la creación de frentes electorales o artefactos similares. El objetivo inmediato es acordar un diagnóstico y construir una visión estratégica a medio y largo plazo, sin quedar atrapados en la lógica cortoplacista de las elecciones.
Más allá de la resistencia: una batalla por la hegemonía
El secretario general de Comunistes insiste en que la izquierda no puede limitarse a una posición de resistencia frente a la ola reaccionaria, sino que debe pasar a la ofensiva, disputando la hegemonía política y cultural. “Debemos ofrecer esperanza y un proyecto de transformación a la ciudadanía, porque es la única forma de frenar la deriva autoritaria”, defiende.
Movilización social y cambio de ciclo
Sánchez observa que, pese al contexto complicado, se percibe cierta reactivación de la movilización social en Catalunya, con manifestaciones masivas por el derecho a la vivienda y en solidaridad con Palestina. No obstante, advierte que ha terminado una etapa, tanto del ciclo político catalán como del modelo capitalista global de las últimas décadas, y que se abre una nueva fase marcada por la inestabilidad y la necesidad de respuestas audaces.
Alianzas más allá de Catalunya
Finalmente, Sánchez sostiene que, aunque la prioridad inmediata es la coordinación de la izquierda catalana, será imprescindible tejer alianzas con otras fuerzas transformadoras del Estado español para avanzar en derechos sociales y nacionales, y en la construcción de una república catalana. “Una de las lecciones del 1 de octubre es que solos no tenemos suficiente fuerza; necesitamos construir alianzas”, concluye.
Conclusión
La propuesta de Comunistes de Catalunya representa un intento de reactivar el debate estratégico y la coordinación de la izquierda en un momento de profunda incertidumbre. El éxito de la iniciativa dependerá de la capacidad de las diferentes fuerzas para compartir diagnósticos, superar diferencias y, sobre todo, construir un horizonte común que devuelva la esperanza y la iniciativa a la izquierda catalana.
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