Europa, EE UU y Ucrania apuran negociaciones ante exigente plan de paz de Trump para evitar crisis en Kiev

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Europa, Estados Unidos y Ucrania negocian a contrarreloj el plan de paz de Trump para evitar un desastre en Kiev

Las próximas horas serán decisivas para el futuro de Ucrania. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha presentado un plan de paz de 28 puntos que impone condiciones difíciles para Kiev y abre la puerta a concesiones territoriales a Rusia. El plazo para que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acepte la propuesta vence este jueves, mientras las negociaciones intensas entre representantes de Ucrania, Estados Unidos y las principales potencias europeas buscan evitar un desenlace crítico para el país.

Presión internacional y negociaciones en marcha

Durante el pasado fin de semana, las conversaciones se intensificaron en Ginebra y Johannesburgo tras el anuncio de Trump de que el plan podría ser modificado. Alemania, Francia y Reino Unido, los socios europeos más involucrados en el conflicto, han manifestado reservas sobre el contenido inicial del documento, pero han optado por trabajar sobre su base proponiendo enmiendas clave. Entre sus principales preocupaciones destacan la reducción del ejército ucraniano y la delimitación de las pérdidas territoriales de Kiev.

La situación es compleja: si Ucrania y sus aliados rechazan el plan, Washington ha advertido que suspenderá todo suministro de armas y asistencia de inteligencia, elementos esenciales para la defensa ucraniana frente al avance ruso en el este del país.

Trump endurece el tono y exige resultados

El presidente Trump ha dejado claro su impaciencia con el ritmo de las negociaciones y su intención de frenar cuanto antes la guerra. A través de su red social Truth, Trump criticó duramente tanto a Kiev como a Bruselas, acusando a los ucranianos de falta de gratitud y a los europeos de hipocresía, especialmente por mantener relaciones comerciales energéticas con Rusia.

“Heredé una guerra que nunca debió ocurrir. Los líderes ucranianos no han expresado ninguna gratitud por nuestros esfuerzos, y Europa sigue comprando petróleo a Rusia. EE.UU. continúa vendiendo armas a la OTAN para Ucrania mientras el anterior gobierno lo entregó todo gratis”, afirmó Trump.

Los puntos más controvertidos del plan de paz

El documento presentado por la administración Trump satisface muchas de las demandas de Moscú. Entre ellas, el reconocimiento de la anexión de Crimea, la renuncia de Ucrania a ingresar en la OTAN y la aceptación de que la mayor parte de los territorios ocupados por Rusia desde 2022 permanezcan bajo control ruso, incluida parte de Donetsk todavía en manos ucranianas.

  • Pérdidas territoriales: El plan contempla la cesión íntegra del Donbás (Lugansk y Donetsk), Crimea y amplias zonas de Zaporiyia y Jersón a Rusia.
  • Reducción del ejército ucraniano: Se exige que las fuerzas armadas de Ucrania pasen de 900.000 a 600.000 efectivos.
  • Impedimento de ingreso en la OTAN: Ucrania debería renunciar formalmente a cualquier aspiración de adhesión a la Alianza Atlántica.

Las enmiendas de los países europeos buscan limitar el impacto de estas medidas. Proponen, por ejemplo, que cualquier negociación sobre intercambios territoriales se inicie desde la actual Línea de Contacto y que el tamaño del ejército ucraniano pueda mantenerse en torno a los 800.000 soldados en tiempos de paz.

Recelo ante el origen y objetivos del plan

En Estados Unidos, varios senadores han expresado dudas sobre la autoría real del plan, considerándolo cercano a las demandas del Kremlin. El secretario de Estado, Marco Rubio, respondió que la propuesta fue redactada por EE.UU., aunque reconoció que incluye aportaciones rusas y ucranianas. Sin embargo, la implementación del plan podría poner fin al liderazgo de Zelenski en Ucrania, con consecuencias políticas aún inciertas.

Garantías de seguridad y el futuro de Ucrania en Europa

Ante la imposibilidad de que Ucrania se integre en la OTAN, Alemania, Francia y Reino Unido han sugerido que Estados Unidos ofrezca garantías de seguridad similares a las de la cláusula de defensa mutua de la Alianza. Así, un ataque ruso contra Ucrania supondría una intervención militar estadounidense.

En paralelo, la cumbre del G20 en Johannesburgo cerró sin avances significativos en el frente ucraniano, marcada por la ausencia de los líderes de EE.UU., Rusia y China.

Discrepancias económicas y reconstrucción

Uno de los puntos más controvertidos del plan de Trump es el destino de los activos rusos congelados en la UE. La propuesta estadounidense prevé emplear solo 100.000 millones de euros para la reconstrucción de Ucrania, de un total superior a los 250.000 millones confiscados. Además, Estados Unidos recibiría el 50% de los beneficios generados por esos proyectos, y el resto de países europeos deberían aportar otros 100.000 millones de euros adicionales.

La Comisión Europea insiste en que los recursos rusos incautados deben cubrir íntegramente las reparaciones y la reconstrucción ucraniana, rechazando el reparto propuesto en el plan de Trump.

Desafíos para la integración europea de Ucrania

La posible desmilitarización parcial de Ucrania es vista con escepticismo, especialmente en Alemania, que lidera el rearme europeo. El mantenimiento de un ejército ucraniano numeroso y con experiencia bélica genera inquietud en la Unión Europea, dadas las tensiones existentes con países vecinos por minorías étnicas o cuestiones energéticas, así como el riesgo de que Ucrania asuma un papel preponderante en la seguridad europea.

La invitación a Ucrania para unirse a la UE plantea retos adicionales, como la lucha contra la corrupción y la integración de un Estado con una estructura militar notablemente superior a la de varios de sus futuros socios europeos.

Perspectivas y riesgos futuros

En este contexto, las próximas decisiones serán determinantes para el futuro de Ucrania, su relación con la Unión Europea y la estabilidad en la región. El riesgo de que un acuerdo precipitado provoque enfrentamientos futuros con Rusia o tensiones internas en Europa preocupa a los principales actores implicados. El plazo impuesto por la administración Trump obliga a una negociación acelerada, mientras las partes intentan evitar un desenlace que suponga un desastre total para Kiev y el orden europeo.

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