España encabeza el boicot a Eurovisión 2026 y retira su retransmisión en protesta por Israel

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España lidera el boicot a Eurovisión 2026 en protesta por la presencia de Israel

Radio Televisión Española (RTVE) anunció el pasado 4 de diciembre su retirada oficial de la 70ª edición del Festival de Eurovisión, programado para 2026. Además, la corporación pública comunicó que no retransmitirá la final del certamen en ninguna de sus plataformas, marcando un hito en la historia televisiva del país y sumándose así a una oleada de protestas internacionales contra la participación de Israel.

Un movimiento internacional en expansión

Tras el anuncio de RTVE, países como Irlanda, Islandia, Países Bajos y Eslovenia siguieron el ejemplo español, retirando a sus representantes del concurso musical mientras Israel siga formando parte del evento. La presión social y política se intensificó cuando Nemo, ganador suizo de Eurovisión 2024, anunció la devolución de su premio, respaldado poco después por Charlie McGettigan, vencedor en 1994.

Este boicot responde a las denuncias contra Israel por presuntos crímenes de genocidio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y ha sido impulsado por la labor persistente de movimientos sociales como Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS), integrado en la Red Solidaria de Cooperación con Palestina (RESCOP).

Entrevista a Luis Salazar, portavoz de la campaña de boicot

Para comprender el trasfondo y la evolución de esta campaña, hemos hablado con Luis Salazar, portavoz de RESCOP, quien detalla el recorrido de la movilización en España y el cambio de actitud institucional en los últimos años.

Orígenes de la campaña en España

La primera campaña de boicot española a Eurovisión tomó fuerza en 2019, coincidiendo con la celebración del certamen en Israel tras su victoria el año anterior. Según Salazar, la situación en Palestina ya era extremadamente grave, especialmente en la Franja de Gaza, sometida a bloqueo, bombardeos y ataques indiscriminados a la población civil. “La ocupación y el apartheid se vivían tanto en Gaza como en Cisjordania; la injusticia para el pueblo palestino era evidente desde hacía décadas”, explica.

A nivel internacional, la solidaridad con Palestina era notable y se registraron numerosas protestas en redes sociales, además de eventos musicales alternativos al festival en varias ciudades europeas. “Aunque el seguimiento no era tan potente como ahora, la respuesta fue significativa”, recuerda Salazar.

El cambio de panorama en 2025

Desde 2019, los esfuerzos de coordinación han sido constantes, sumando a músicos, artistas y personalidades públicas a la causa. Sin embargo, el conflicto intensificado en Gaza tras octubre de 2023 marcó un punto de inflexión. “La campaña se hizo mucho más fuerte en toda Europa, con peticiones de firmas y vídeos de artistas posicionándose en contra del certamen”, señala el portavoz.

El diálogo con RTVE también experimentó un giro significativo. “El cambio en la dirección y en el Consejo de RTVE facilitó el acercamiento. Este año, la receptividad fue mayor y escucharon nuestras peticiones”, afirma Salazar. Cabe destacar que en la edición previa, la televisión pública ya había emitido mensajes de desaprobación durante la semifinal y la final.

Factores clave para la retirada

  • La grave situación humanitaria en Gaza y Palestina tras la intensificación del conflicto.
  • La presión de organizaciones internacionales, incluyendo la ONU, que han calificado los hechos como genocidio.
  • La exposición de la complicidad de países europeos en el suministro de armas a la región.
  • El apoyo creciente de artistas, público y entidades sociales al boicot.

Salazar destaca, además, el cambio de percepción social e institucional: “El año pasado RTVE consideraba imposible retirarse del certamen, pero la situación ha evolucionado y ahora la sociedad exige una postura ética ante la crisis humanitaria”.

Impacto y perspectivas

La decisión de España ha tenido un efecto dominó en Europa, donde varios países y artistas se han sumado al boicot. La movilización ciudadana y la presión internacional han sido determinantes para que los medios públicos reconsideren su participación en eventos que, según los movimientos sociales, contribuyen al “lavado de imagen” de Estados en conflicto.

El caso de Eurovisión 2026 marca un precedente en la relación entre cultura, derechos humanos y responsabilidad institucional, y sitúa a España como referente en la defensa de los derechos del pueblo palestino en el contexto europeo.

Nota:

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