El PSOE reacciona ante la presión mediática y contacta a las denunciantes del caso Salazar
La sede de Moncloa permanece en estado de conmoción tras las recientes revelaciones sobre las denuncias de acoso que involucran a Paco Salazar, exmiembro de la dirección del PSOE. El escándalo, hasta ahora contenido dentro de las filas socialistas, ha forzado al partido a tomar medidas tras meses de inacción y justificaciones poco convincentes.
De la inacción a la reacción: el papel de la presión mediática
El PSOE había justificado la ausencia de avances en la investigación alegando un “fallo informático” que habría provocado la desaparición de las denuncias presentadas en julio. Esta explicación, sumada a la falta de respuesta durante cinco meses, incrementó la presión sobre la dirección del partido.
La publicación de testimonios de las víctimas en medios de comunicación ha sido el detonante para que el PSOE finalmente se decidiera a activar el protocolo interno previsto para estos casos. Por primera vez desde el inicio del escándalo, el partido ha contactado oficialmente a las militantes que presentaron las denuncias, cumpliendo así con la fase inicial de investigación contemplada en su propio reglamento antiacoso.
Reunión de urgencia y declaraciones oficiales
Ante el creciente malestar interno y externo, la secretaria de Igualdad del PSOE, Pilar Bernabé, ha convocado de manera urgente una reunión telemática para esta misma noche. En dicha sesión participarán las responsables de Igualdad de todas las comunidades autónomas, con el objetivo de coordinar la respuesta institucional y mostrar una imagen de firmeza ante la opinión pública.
Fuentes socialistas han indicado que este tipo de encuentros se realizan “con cierta frecuencia”, en un intento de restar dramatismo a la situación. Sin embargo, la magnitud del caso ha obligado a la dirección del partido a reconocer la gravedad de las acusaciones y a distanciarse públicamente de las actuaciones atribuidas a Salazar, calificadas por la ministra portavoz como “vomitivas”.
Intento de limitar el alcance del escándalo
Desde Moncloa se insiste en que el Gobierno no ha recibido ninguna denuncia formal relacionada con el caso, procurando así mantener el escándalo restringido al ámbito del PSOE. No obstante, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha asegurado que cualquier forma de acoso contará con la “absoluta reprobación” tanto del Ejecutivo como del partido.
- El PSOE activa su protocolo antiacoso tras meses de inacción.
- La presión de los medios y las declaraciones de las víctimas impulsan la reacción del partido.
- Se convoca una reunión urgente para abordar la crisis internamente.
- El Gobierno busca desvincularse del escándalo e insiste en su condena al acoso.
El caso Salazar supone un reto significativo para la credibilidad y la transparencia del PSOE, que ahora se ve obligado a responder con contundencia tras un largo periodo de silencio y gestión interna del conflicto.
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