El impacto del ‘Me Too’ en el PSOE: riesgos electorales y la confianza del voto femenino
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enfrenta uno de sus momentos más delicados tras la irrupción de varios casos de acoso sexual en sus filas, en un contexto donde el respaldo femenino ha sido clave en sus victorias electorales. Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) demuestran que la intención de voto hacia el PSOE es sistemáticamente más alta entre las mujeres que entre los hombres, una tendencia que se ha mantenido firme durante los últimos seis años.
- El impacto del ‘Me Too’ en el PSOE: riesgos electorales y la confianza del voto femenino
- Feminismo institucional y percepción de hipocresía
- El voto femenino, clave histórica para el PSOE
- ¿Cómo afectan los escándalos al electorado del PSOE?
- Estrategias de la oposición y el riesgo de desmovilización
- Críticas desde la izquierda y exigencias de reformas
- Conclusión
Feminismo institucional y percepción de hipocresía
El PSOE ha cimentado buena parte de su imagen pública en el feminismo y las políticas de igualdad. Sin embargo, recientes escándalos de acoso sexual, que han salpicado tanto a figuras nacionales como autonómicas y locales, han puesto en duda la coherencia entre discurso y práctica. “Cuando los casos de acoso sexual salpican al partido, la percepción de hipocresía puede resultar especialmente dañina”, advierte la antropóloga y periodista Nuria Alabao.
La reacción interna del partido ha sido heterogénea. Mientras Ángeles Ferriz, portavoz en el Parlamento andaluz, expresaba públicamente su hartazgo ante los comportamientos machistas, la secretaria de organización, Rebeca Torró, reconocía fallos pero subrayaba que el problema es transversal a toda la sociedad. A pesar de los protocolos internos, la falta de garantías para formalizar denuncias y la escasa transparencia han quedado en evidencia, según han reconocido fuentes del propio partido.
El voto femenino, clave histórica para el PSOE
Desde la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, el voto femenino ha sido decisivo para el PSOE. Según los barómetros del CIS, la diferencia en la intención de voto entre mujeres y hombres ha llegado a situarse entre seis y ocho puntos a favor de las primeras en diversos momentos de la legislatura. En noviembre, un 24,8% de las mujeres encuestadas manifestó su intención de votar socialista, frente al 21,7% de los hombres.
Este apoyo ha sido posible gracias a políticas emblemáticas como la Ley contra la Violencia de Género y otras iniciativas en favor de la igualdad. Sin embargo, los expertos advierten que la gestión deficiente de los recientes casos de acoso podría erosionar este activo electoral, sobre todo por la percepción de incongruencia entre los postulados feministas del partido y su respuesta ante comportamientos machistas internos.
¿Cómo afectan los escándalos al electorado del PSOE?
El descenso más notable en la intención de voto del actual ciclo político se produjo en julio, coincidiendo con la entrada en prisión de Santos Cerdán y la difusión de audios comprometedores de otros dirigentes. Aunque los datos se recuperaron en septiembre y octubre, los analistas consideran que estos episodios impactan especialmente en el electorado femenino, y que la respuesta de la dirección socialista será determinante en las próximas citas electorales.
- Las mujeres mayores de 65 años tienden a mantener un voto más fiel, menos sensible a los escándalos.
- El electorado joven y de mediana edad es más propenso a sentirse decepcionado y exigir responsabilidades.
- La derecha puede aprovechar estos casos para desmovilizar a votantes socialistas, más que para captarlos directamente.
“La falta de credibilidad ahora mismo es enorme”, sostiene Isabel Menéndez, catedrática de Comunicación en la Universidad de Burgos. “El PSOE lleva colgada la etiqueta feminista y eso le exige un nivel de responsabilidad mucho más elevado”, añade.
Estrategias de la oposición y el riesgo de desmovilización
El escándalo ha sido aprovechado por el Partido Popular en el Congreso, donde su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al PSOE de imponer el silencio y ha ironizado sobre el feminismo del presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que la estrategia del PP no busca tanto captar voto femenino socialista como fomentar el desencanto y la abstención entre las mujeres progresistas.
“La oposición instrumentaliza las denuncias como moneda de cambio y banaliza el problema real”, advierte Menéndez. Nuria Alabao coincide: “No tienen por qué cambiar su voto, pero si se quedan en casa los resultados pueden favorecer igualmente a la derecha”.
Críticas desde la izquierda y exigencias de reformas
Las críticas no solo llegan desde la oposición de derechas. Desde Sumar se ha reclamado una reacción más contundente y una remodelación del Ejecutivo, mientras que Podemos considera que el PSOE arrastra un problema de machismo estructural. Izquierda Unida ha exigido una actitud mucho más proactiva para prevenir y gestionar estos episodios. Para Gabriel Rufián, cualquier organización decente debería proteger a las mujeres que denuncian acoso sexual.
“Sin el electorado feminista, el PSOE no volverá a la Moncloa”, concluye Isabel Menéndez, reflejando una preocupación compartida por analistas y dirigentes progresistas.
Conclusión
El PSOE afronta un desafío crucial: mantener la coherencia entre su discurso y sus políticas feministas en un momento de máxima exigencia social y mediática. La gestión que haga de los casos de acoso sexual en sus filas no solo determinará el futuro inmediato del partido, sino que puede redefinir su relación histórica con el electorado femenino, clave para sus opciones de gobierno.
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