El presidente del Consejo Europeo desafía a Trump y exige más soberanía para Europa

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El presidente del Consejo Europeo rechaza la injerencia de Trump y llama a fortalecer la soberanía europea

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha respondido con contundencia a las recientes declaraciones y acciones provenientes de Estados Unidos, especialmente tras la publicación de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de la administración de Donald Trump. Costa ha advertido que las amenazas de interferencia en la vida política europea resultan «inaceptables» y ha instado a la Unión Europea a defender con firmeza su autonomía y sus valores democráticos.

Advertencia a Washington: “Los aliados no se amenazan entre sí”

Durante su intervención en la conferencia Jacques Delors celebrada en París, António Costa dirigió un mensaje claro a Washington: “No podemos aceptar una amenaza de interferencia en la vida política de Europa. Estados Unidos no puede reemplazar a los europeos a la hora de decidir cuáles son los partidos correctos y los incorrectos”. Así, el ex primer ministro portugués subrayó la importancia de que los aliados se respeten mutuamente y eviten intervenir en los procesos democráticos internos.

Estas declaraciones surgen como respuesta directa a la reciente Estrategia de Seguridad Nacional presentada por la Casa Blanca, en la que se critica la postura europea respecto a la guerra en Ucrania y se plantea reorientar las relaciones con Rusia. El documento estadounidense también propone “corregir” lo que denomina el “borrado de la civilización europea”, cuestionando las regulaciones europeas y defendiendo un cambio de rumbo.

Un nuevo escenario en las relaciones internacionales

Costa llamó la atención sobre el cambio en la naturaleza de las alianzas internacionales, afirmando que “las relaciones entre aliados y las alianzas de después de la II Guerra Mundial han cambiado”. Según el presidente del Consejo Europeo, la UE debe reconocer estas transformaciones y prepararse para responder de manera adecuada a los nuevos desafíos.

El líder portugués también señaló que Estados Unidos ya no comparte plenamente los principios del multilateralismo ni del orden internacional basado en reglas, y que existen diferencias notables en cuestiones como el cambio climático. Pese a que Washington continúa considerando a los países de la UE como aliados, Costa remarcó que ser aliados implica actuar como tales, sin amenazas ni injerencias en la vida política interna.

Defensa de la soberanía y los valores europeos

António Costa insistió en que la soberanía y la independencia de las decisiones políticas de Europa deben ser respetadas, subrayando que “los aliados no amenazan con interferir en la vida democrática ni en las decisiones políticas internas de sus socios”. Recalcó que el respeto mutuo es fundamental en cualquier relación de alianza.

El presidente del Consejo Europeo defendió los valores fundamentales de la Unión, en particular la libertad de expresión y el pluralismo informativo. “No hay libertad de expresión si la libertad de información de los ciudadanos es sacrificada para defender a los oligarcas tecnológicos de Estados Unidos”, afirmó, señalando la importancia de salvaguardar el ecosistema mediático europeo frente a presiones externas.

Europa debe reforzar su fortaleza ante desafíos internos y externos

Costa advirtió que, para protegerse tanto de adversarios como de aliados que desafían su soberanía, Europa debe reforzar su unidad y fortaleza. “En ocasiones se pone en duda el poder de Europa, pero lo que veo es que hay tantos intentos por socavar a Europa que, me pregunto, si Europa no es fuerte, ¿por qué tantos intentan minarla? La realidad es que es fuerte”, concluyó.

  • La UE se enfrenta a un contexto internacional cambiante, con alianzas menos estables.
  • El respeto a la soberanía y la no injerencia son principios clave para las relaciones transatlánticas.
  • La defensa de la libertad de expresión y el pluralismo informativo siguen siendo pilares de la identidad europea.

Las palabras de António Costa reflejan la preocupación creciente en el seno de la Unión Europea ante las tensiones con Estados Unidos y la necesidad de fortalecer la autonomía estratégica del continente en un mundo cada vez más incierto.

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