El PP redobla las mociones de censura para retomar alcaldías clave en Galicia

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El Partido Popular de Galicia (PPdeG) ha desplegado en los últimos diez meses una estrategia política basada en la presentación de mociones de censura en distintos municipios de la comunidad, con el objetivo de recuperar gobiernos locales donde, a pesar de haber sido la fuerza más votada en las elecciones municipales de mayo de 2023, no alcanzó la mayoría absoluta necesaria para gobernar.

Nueve alcaldías recuperadas en menos de un año

En este periodo, el PP ha logrado arrebatar el control de nueve ayuntamientos a sus rivales políticos con el apoyo de concejales tránsfugas del Partido Socialista (PSOE) o de formaciones independientes. La última de estas operaciones se concretó el pasado 13 de octubre en Ribeira (A Coruña), donde el cambio de alianzas permitió a los populares hacerse con la alcaldía.

Desde la dirección del partido gallego, encabezada por Alfonso Rueda, se reconoce que esta táctica apenas ha comenzado y no descartan nuevas mociones en el corto plazo. Prueba de ello es el reciente ofrecimiento del PP a cuatro concejales expulsados del PSOE en Santiago de Compostela, ahora en el grupo de los no adscritos, para intentar desalojar de la alcaldía a Goretti Sanmartín, del Bloque Nacionalista Galego (BNG). En Manzaneda (Ourense), los populares ya se han aliado con dos tránsfugas socialistas y esperan consumar el relevo en la alcaldía socialista en las próximas semanas.

Razones estratégicas y discurso oficial

Fuentes próximas a la dirección del PPdeG aseguran que el objetivo principal es “teñir de azul el mapa de Galicia”, recuperando gobiernos municipales donde el PP fue la fuerza más votada pero quedó fuera del poder por pactos entre otras formaciones, o allí donde la gobernabilidad se ha visto comprometida. Según el partido, estos cambios traerán una mejor gestión de los servicios municipales y una resolución más eficaz de los problemas vecinales.

Resultados electorales y situación en los municipios

En las elecciones locales de 2023, el PP obtuvo el 38,5% de los votos en Galicia, superando en concejales al PSOE (29,2%) y al BNG (17,2%) con un total de 1.765 ediles frente a los 1.010 socialistas y los 590 nacionalistas, de un total de 3.705 actas. Sin embargo, la formación popular logró gobernar en 191 de los 313 concellos gallegos, aunque en muchos otros donde resultó vencedora no pudo formar gobierno por la falta de mayoría.

En Santiago, por ejemplo, el BNG gobierna con el apoyo de Compostela Aberta y suma ocho concejales frente a los 25 del pleno, mientras que en Ribeira el BNG y sus socios ostentaban la alcaldía hasta el reciente cambio, gracias a una alianza con el PSOE y una formación local cuyos miembros ahora han dado su respaldo al PP.

El BNG denuncia una ofensiva por temor al auge nacionalista

Desde el BNG, Ana Pontón, líder de la formación y jefa de la oposición en el Parlamento gallego, atribuye estas mociones de censura al “temor” de Alfonso Rueda ante la posibilidad de que el nacionalismo –tercera fuerza a nivel local y consolidada como segunda a escala autonómica– logre demostrar una gestión eficaz de cara a las elecciones autonómicas previstas para el primer trimestre de 2028.

Pontón defiende que el BNG representa “una propuesta de transformación que prioriza el bienestar ciudadano y promueve políticas de justicia social e igualdad”, frente a lo que califica como “la derecha caciquil del PP”. La portavoz nacionalista subraya que los vecinos han comprobado “otra manera de gobernar” durante su mandato.

Un repaso a las mociones de censura

El PPdeG inició esta serie de mociones en enero en O Irixo (Ourense), donde se desbancó a una formación local con el apoyo de una concejala socialista que posteriormente integró ediles populares en su gobierno. En febrero, en Serra de Outes (A Coruña), los populares lograron el relevo del alcalde con el respaldo de un tránsfuga del PSOE, y en marzo repitieron la fórmula en Viveiro (Lugo), con el voto decisivo de un independiente.

A finales de julio, la regidora socialista de Forcarei (Pontevedra) perdió la alcaldía a favor de una edil del PP tras la deserción de un exsocialista. Este movimiento fue el primero tras el fallo del Tribunal Constitucional que anuló un precepto de la ley electoral que impedía mociones de censura basadas en el voto de tránsfugas del mismo partido que el alcalde censurado.

  • En agosto, el PP logró cambiar los gobiernos en Touro y Fisterra (A Coruña) con apoyos similares.
  • En septiembre, repitió estrategia en Carral, mientras que el PSOE consiguió una moción exitosa en Noia (A Coruña) y Viana do Bolo (Ourense), esta última con apoyo del BNG.
  • En octubre, en Muxía, el PP apoyó a un alcalde independiente para expulsar al regidor socialista, con respaldo nacionalista.

Perspectiva y desafíos del PP en las ciudades gallegas

A pesar de que el PP ostenta la mayoría de las alcaldías gallegas y mantiene una mayoría absoluta en el Parlamento autonómico (40 de 75 diputados), tiene escasa presencia en las principales ciudades de la comunidad. Vigo, A Coruña y Lugo están gobernadas por el PSOE; Santiago y Pontevedra, por el BNG; y Ourense por la formación local Democracia Ourensana. La mayor ciudad bajo control popular es Ferrol, que cuenta con 64.000 habitantes.

Motivaciones de fondo y críticas a la estrategia

Según fuentes internas del PP, el objetivo de estas mociones es mantener la movilización del partido de cara a las elecciones autonómicas de 2028 y facilitar la recuperación de las diputaciones provinciales de A Coruña y Lugo, actualmente bajo control socialista. Sin embargo, estas mismas fuentes reconocen que la estrategia, aunque legal y democrática, recurre a prácticas que podrían percibirse como maniobras de oportunismo político y que pueden tener un coste electoral si la ciudadanía no las respalda.

Desde la Diputación de A Coruña, presidida por Valentín González Formoso, se cuestiona la viabilidad y el alcance de la estrategia del PP, señalando que “los ciudadanos votan a nivel municipal, no pensando en el gobierno provincial”. Además, se advierte de que muchas mociones se han producido en contextos poco transparentes y con escaso apoyo social, lo que podría acarrear consecuencias negativas para el partido en futuras citas electorales.

Conclusión

La estrategia de mociones de censura impulsada por el PP gallego ha reconfigurado el mapa político local en Galicia, generando tanto avances para los populares como críticas desde la oposición y desde sectores institucionales. El éxito de esta política y su recepción por parte de la ciudadanía serán claves para el futuro político del PP y para el equilibrio de fuerzas en Galicia en los próximos años.

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