Cerdán implementó un protocolo antiespionaje en las reuniones de la trama socialista de obras públicas
Nuevos detalles sobre las medidas de seguridad adoptadas en el marco de la presunta trama socialista relacionada con adjudicaciones de obras públicas han salido a la luz. Las investigaciones apuntan a que Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE, estableció un estricto protocolo antiespionaje para evitar filtraciones y garantizar el secreto de las reuniones y comunicaciones entre los implicados.
Uso de tecnología para asegurar la confidencialidad
Según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Cerdán y su socio Antxon Alonso utilizaban la aplicación de mensajería Threema para comunicarse. Esta app se caracteriza por su énfasis en la privacidad y el anonimato, ofreciendo cifrado de extremo a extremo para mensajes, llamadas y archivos. Threema, desarrollada en Suiza y conforme al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), es utilizada incluso por cuerpos policiales y fuerzas armadas suizas, lo que refuerza su reputación como herramienta para comunicaciones altamente confidenciales.
La elección de esta plataforma subraya la preocupación de los implicados por evitar cualquier tipo de interceptación o registro de sus conversaciones. La policía judicial resalta que tanto Cerdán como Alonso y Justo, un exdirectivo de Acciona, otorgaban a sus encuentros un “alto grado de privacidad” empleando varias medidas de seguridad.
Protocolo de seguridad en las reuniones
- Apagado de teléfonos móviles: En al menos una ocasión, los participantes optaron por apagar sus teléfonos durante el desarrollo de una reunión, con el objetivo de impedir cualquier tipo de grabación o localización.
- Uso de aplicaciones seguras: Threema fue la herramienta elegida para las comunicaciones, debido a sus altos estándares de seguridad y anonimato.
- Encuentros en inmuebles alquilados: Para reforzar la privacidad, algunas reuniones se celebraron en una vivienda alquilada específicamente por Servinabar, con contratos de larga duración, lo que dificultaba el rastreo de las citas.
- Intercambio de información manuscrita: En las videoconferencias, los implicados mostraban anotaciones a mano a través de la pantalla, evitando dejar registros digitales. Esta práctica se reflejó también en encuentros presenciales, donde se plasmaba la información en papel, que posteriormente era destruido.
El secretismo como norma
La cultura del secretismo quedó patente en una frase atribuida a Santos Cerdán: “Eso no se dice. Eso se escribe en una hoja y se rompe después”. Esta recomendación, transmitida a Koldo García Izaguirre, surgió en un contexto en el que existía un temor evidente a la grabación de conversaciones. Sin embargo, Koldo desoyó el protocolo y registró varias conversaciones, entre ellas una con Cerdán y el exministro Ábalos el 21 de enero de 2021, donde se discutieron detalles sobre la entrega de dinero en sobres.
Ante la insistencia de Koldo para obtener confirmación verbal de ciertos pagos, Cerdán reiteró la importancia de mantener la discreción, sugiriendo que la información debía apuntarse en papel para revisarla y luego destruirla, evitando así cualquier evidencia material o digital.
Conclusión
Las investigaciones de la UCO ponen de manifiesto la existencia de un complejo protocolo de seguridad y secretismo en el seno de la presunta trama socialista de adjudicaciones públicas. El uso de tecnología avanzada, la elección de espacios privados y la destrucción sistemática de información escrita eran parte de una estrategia deliberada para dificultar el seguimiento y registro de sus actividades.
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