El candidato respaldado por Trump mantiene ventaja en las elecciones de Honduras a la espera del escrutinio final
A pocos días de concluir el conteo preliminar de votos en las elecciones presidenciales de Honduras, el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, se mantiene al frente con una estrecha ventaja sobre su principal rival. La contienda, marcada por la polarización y el respaldo explícito del expresidente de Estados Unidos Donald Trump a Asfura, sigue generando incertidumbre debido a inconsistencias en una parte significativa de las actas.
Resultados ajustados y actas bajo revisión
Con el 99,40% de las actas contabilizadas, los datos oficiales otorgan a Nasry Asfura, exalcalde de Tegucigalpa y figura de la derecha hondureña, el 40,52% de los votos. Su oponente más cercano, Salvador Nasralla, líder del Partido Liberal y conocido presentador de televisión, alcanza el 39,20%. En tercer lugar, a considerable distancia, se sitúa la candidata del partido oficialista Libertad y Refundación (LIBRE), Rixi Moncada, con el 19,29%.
Sin embargo, aproximadamente el 14,5% de las actas presentan inconsistencias que requerirán un escrutinio especial. Este proceso, que se iniciará en las próximas horas, contará con la participación de representantes de los partidos políticos, miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y observadores independientes. Estas actas podrían contener cientos de miles de votos, suficientes para alterar la tendencia actual y prolongar la incertidumbre sobre el resultado final.
Tensión política y antecedentes de conflictividad
Ambos candidatos principales han declarado su confianza en la victoria, mientras que Nasralla ha denunciado supuestas irregularidades en el recuento. El partido gobernante, por su parte, ha llamado a movilizaciones y ha exigido la anulación total del proceso electoral.
A pesar de la reñida disputa, las calles de Tegucigalpa y otras ciudades hondureñas han permanecido en calma hasta el momento. Sin embargo, persiste la memoria de los violentos disturbios de 2017, cuando tras unas elecciones controvertidas, más de treinta personas perdieron la vida en protestas por alegaciones de fraude, en un contexto donde el entonces presidente Juan Orlando Hernández fue reelegido. Hernández, recientemente indultado por Trump, estuvo condenado por delitos de narcotráfico.
Proceso electoral y desafíos institucionales
La jornada electoral del 30 de noviembre transcurrió en un ambiente de tranquilidad, según reportaron observadores independientes. No obstante, la publicación de los resultados se ha visto afectada por retrasos y problemas técnicos, lo que ha incrementado la tensión en el país. El CNE ha atribuido estos inconvenientes a la empresa encargada de la plataforma de tabulación.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, sigue de cerca el desarrollo del proceso. Washington ha advertido que está preparada para responder ante cualquier irregularidad. Antes de los comicios, Trump expresó públicamente su respaldo a Asfura, criticando a los adversarios políticos y manifestando su intención de indultar a Hernández.
Acusaciones cruzadas y retos nacionales
Durante la campaña, tanto el oficialismo como la oposición se acusaron mutuamente de planear fraudes, sin profundizar en propuestas concretas para afrontar los principales problemas de Honduras, como el narcotráfico, la corrupción y la pobreza, que afecta a seis de cada diez habitantes.
- El escrutinio especial de las actas con inconsistencias será clave para definir el resultado.
- El Consejo Nacional Electoral tiene plazo hasta el 30 de diciembre para anunciar oficialmente al vencedor.
- El presidente electo asumirá el cargo en enero de 2026 para el periodo 2026-2030.
Mientras tanto, la sociedad hondureña permanece atenta a la resolución del proceso, con la esperanza de que la transparencia y la paz prevalezcan en una de las elecciones más disputadas de los últimos años.
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