Entrevista a Argelia Queralt: Crisis y desafíos en el Consejo General del Poder Judicial
La situación en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) atraviesa uno de sus momentos más delicados tras la reciente ruptura del equilibrio entre los bloques conservador y progresista. Con una nueva mayoría conservadora de 12 a 9 vocales, el órgano de gobierno de los jueces vuelve a estar marcado por la tensión interna, la pérdida de consensos y la inminente posible dimisión de uno de sus miembros más destacados.
- Entrevista a Argelia Queralt: Crisis y desafíos en el Consejo General del Poder Judicial
- Perfil de Argelia Queralt
- El fin de los consensos y la crisis interna
- La condena al fiscal general y el debate sobre la transparencia
- Relaciones internas y papel de la presidenta
- El retorno de la política de bloques
- Riesgos para la institucionalidad y el papel de los vocales
- Reformas judiciales y percepción interna
- Acción disciplinaria y libertad de expresión judicial
- Igualdad y paridad en la carrera judicial
- División en el bloque progresista y perspectivas a futuro
- Conclusión
Perfil de Argelia Queralt
Argelia Queralt Jiménez, vocal del CGPJ a propuesta del PSOE, es doctora en Derecho y profesora de Derecho Constitucional en la Universitat de Barcelona. Con una larga trayectoria como ex letrada del Tribunal Constitucional, Queralt es una firme defensora de la igualdad y la paridad de género dentro de la judicatura. Sin embargo, expresa su decepción ante la falta de avances en la designación de mujeres en los puestos clave del Tribunal Supremo, donde recientemente se ha optado por nombrar a dos hombres, dejando pasar la oportunidad de equilibrar la representación de género.
El fin de los consensos y la crisis interna
El mandato actual del CGPJ, que comenzó hace año y medio, se caracterizó inicialmente por la paridad entre los bloques conservador y progresista, cada uno con diez vocales, bajo la presidencia de Isabel Perelló. Sin embargo, las recientes renovaciones en las comisiones de trabajo han dado ventaja a los conservadores, rompiendo la política de consensos y precipitando la crisis interna. La dimisión presentada por el vocal José María Fernández Seijo, del sector progresista, es considerada por Queralt como una medida pensada y política, dirigida a reequilibrar la situación y denunciar la marginación del bloque progresista tras el pleno del pasado octubre.
La condena al fiscal general y el debate sobre la transparencia
Uno de los temas más controvertidos en la actualidad es la reciente condena al fiscal general del Estado. Queralt califica de sorprendente la decisión del Tribunal Supremo de comunicar el fallo antes de contar con la sentencia íntegra y sus fundamentos jurídicos, lo que considera inusual en asuntos de tal complejidad y trascendencia.
Relaciones internas y papel de la presidenta
La relación entre el bloque progresista y la presidenta Isabel Perelló atraviesa un momento de distanciamiento. Aunque Queralt subraya que el malestar no es personal, sino institucional, advierte que el CGPJ debe retomar el camino de los consensos para cumplir adecuadamente su función constitucional en materias como los nombramientos, la disciplina y la gestión de la carga de trabajo judicial. Según la vocal, la presidencia debería liderar un proyecto plural y transversal que incluya a todas las sensibilidades del Consejo.
El retorno de la política de bloques
Tras un primer año donde se logró superar parcialmente la política de bloques, la reciente vuelta a este esquema obliga al sector progresista a adoptar una posición de oposición, una dinámica que, según Queralt, perjudica al propio Poder Judicial y a la ciudadanía. Subraya que el CGPJ es un órgano político encargado de adoptar medidas de política pública para la justicia, pero no debe confundirse con un ente partidista.
Riesgos para la institucionalidad y el papel de los vocales
La posible exclusión del fiscal general del Estado y del ministro de Justicia de la apertura del año judicial, propuesta por el bloque conservador, sorprendió a parte del Consejo. Queralt advierte del riesgo de anteponer intereses políticos particulares sobre el servicio público, lo que podría dañar la institucionalidad del CGPJ. Hace un llamado a la responsabilidad colectiva de los 20 vocales y la presidencia para salvaguardar la legitimidad de la institución.
Reformas judiciales y percepción interna
Respecto a las reformas impulsadas por el Gobierno, especialmente en el acceso a la judicatura, Queralt reconoce que la Ley de Eficiencia, ya en vigor, ha generado opiniones diversas, aunque descarta que exista una política obstruccionista dentro del CGPJ. No obstante, señala que la polarización política ha influido en algunos sectores de la judicatura, principalmente entre los jueces más jóvenes y a través de asociaciones profesionales.
Acción disciplinaria y libertad de expresión judicial
Sobre la regulación de la acción disciplinaria interna, Queralt destaca la necesidad de agilizar los procedimientos y clarificar los tiempos y criterios en la tramitación de quejas, garantizando siempre los derechos de los jueces investigados. Además, señala que el Tribunal Supremo concede una libertad de expresión muy amplia a los jueces fuera del ámbito jurisdiccional, aunque la prudencia y la neutralidad política siguen siendo principios esenciales.
Igualdad y paridad en la carrera judicial
Uno de los grandes retos sigue siendo la aplicación de la paridad en los puestos de decisión. Queralt distingue entre igualdad —ya alcanzada en la base de la judicatura, donde predominan las mujeres— y paridad, que exige una representación equilibrada en los cargos de responsabilidad. Lamenta que en las últimas designaciones del Tribunal Supremo no se haya respetado el principio legal del 40-60% y considera que se ha perdido una oportunidad de enviar un mensaje positivo a las futuras generaciones de juezas.
División en el bloque progresista y perspectivas a futuro
La ruptura del vocal propuesto por Sumar, Carlos Hugo Preciado, con el sector progresista representa, según Queralt, una muestra de las dificultades para mantener la unidad en contextos de alta tensión institucional. Sin embargo, insiste en la necesidad de buscar mayorías y renuncias para evitar el bloqueo y garantizar el funcionamiento del órgano.
Conclusión
El CGPJ se encuentra en un momento crucial, marcado por la fragmentación interna, la presión política y el desafío de recuperar el consenso y la representatividad. Las palabras de Argelia Queralt reflejan la complejidad de la situación y la importancia de reforzar la institucionalidad, la igualdad y la pluralidad en la justicia española.
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