Australia endurece sus leyes sobre armas tras el atentado en Sídney vinculado al Estado Islámico
El Gobierno australiano, encabezado por el primer ministro Anthony Albanese, ha anunciado una serie de reformas urgentes en la legislación sobre armas de fuego tras el ataque ocurrido el pasado domingo en Sídney, que dejó un saldo de 16 muertos y decenas de heridos. Las autoridades han vinculado el atentado a la organización terrorista Estado Islámico (ISIS), lo que ha reavivado el debate nacional sobre la seguridad y el control de armamento en el país.
Detalles del ataque y vínculos terroristas
El atentado tuvo lugar en el parque Archer, junto a la playa de Bondi, durante un acto comunitario organizado por la festividad judía de Janucá al que asistían cerca de un millar de personas. Los atacantes, identificados como Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24 años, abrieron fuego con rifles contra la multitud poco después de las 18:40 hora local.
Según confirmaron fuentes oficiales, ambos actuaron motivados por la ideología del Estado Islámico. La investigación preliminar sugiere que padre e hijo actuaron de manera independiente, aunque con claros vínculos con células yihadistas. Tras los primeros disparos, la intervención policial fue inmediata, resultando en un intercambio de fuego en el que dos agentes resultaron heridos. Sajid Akram fue abatido en el lugar, mientras que su hijo fue hospitalizado bajo custodia y permanece en coma.
Investigaciones previas y viaje a Filipinas
El primer ministro Albanese reveló que la agencia nacional de inteligencia, ASIO, ya había investigado en 2019 a Naveed Akram y a su padre por posibles vínculos extremistas, aunque en ese momento no se detectaron signos de radicalización. Sin embargo, la radicalización posterior está siendo ahora objeto de una investigación exhaustiva.
Ambos sospechosos viajaron a Filipinas durante casi todo el mes de noviembre de 2025, según confirmó el Departamento de Inmigración filipino. Durante su estancia, se alojaron en Davao, en la isla de Mindanao, una región donde operan varios grupos afines al Estado Islámico. La presencia de los Akram en esta zona ha generado inquietud sobre posibles contactos o adiestramiento con células extremistas.
Reformas legislativas anunciadas
Ante la gravedad de los hechos, el Gobierno de Australia ha decidido acelerar la implementación de nuevas medidas de control de armas. Entre las principales reformas se incluyen:
- Agilización del registro nacional de armas.
- Refuerzo del uso de inteligencia criminal en la concesión de licencias.
- Posible limitación del número de armas permitidas por persona.
- Revisión de los tipos de armamento autorizados en el país.
Sajid Akram contaba con licencia de armas desde hacía diez años y poseía al menos seis armas registradas, lo que ha alimentado la controversia sobre la eficacia de los controles existentes.
Colaboración internacional y hallazgos en la investigación
La investigación está siendo liderada por la Policía de Nueva Gales del Sur, en coordinación con el Equipo Conjunto Antiterrorista, la Policía Federal Australiana, ASIO y socios internacionales del grupo de inteligencia Five Eyes, que agrupa a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Durante el registro del vehículo de Naveed Akram, la policía halló banderas caseras del Estado Islámico y artefactos explosivos improvisados, reforzando la hipótesis de la motivación terrorista detrás del ataque.
Víctimas y reconocimiento a la valentía ciudadana
El atentado dejó 26 personas heridas, doce de las cuales permanecen en estado crítico. Entre las víctimas se encuentran una niña de 10 años, un rabino de origen británico, un oficial de policía retirado, un superviviente del Holocausto y un ciudadano francés.
El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, destacó la gravedad de la situación hospitalaria. Entre los heridos se encuentra Ahmed al Ahmed, ciudadano australiano de origen sirio, quien fue reconocido por su valentía al desarmar a uno de los atacantes durante el tiroteo, resultando herido en el brazo y la mano. El primer ministro Albanese lo visitó en el hospital, calificándolo como «un verdadero héroe australiano».
Implicaciones y debate nacional
La masacre de Sídney ha generado una fuerte conmoción nacional y ha reabierto el debate sobre la seguridad en actos públicos, la prevención del extremismo y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control de armas. El Gobierno australiano busca ahora implementar reformas que eviten la repetición de tragedias similares y refuercen la protección de la sociedad frente a nuevas amenazas.
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