Anabel Cano alza la voz: críticas a la gestión de los cribados de cáncer de mama en Andalucía
La gestión de los programas de cribado de cáncer de mama en Andalucía se encuentra en el centro del debate público tras las contundentes declaraciones de Anabel Cano, una mujer andaluza que ha denunciado públicamente las carencias y deficiencias del sistema. Cano, que se considera una de las víctimas de estos cribados, ha dirigido duras palabras al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, exigiendo una revisión urgente de los procedimientos y mayores garantías para las pacientes.
Críticas al sistema de cribado
Anabel Cano ha puesto de manifiesto las dificultades y retrasos que, según su experiencia y la de otras pacientes, afectan al programa de detección precoz del cáncer de mama en la comunidad. Sus críticas se centran en la falta de recursos, la escasa comunicación con las afectadas y en la necesidad de mejorar la formación del personal sanitario encargado de estos procedimientos.
- Retrasos en las citas para mamografías y revisiones.
- Falta de información clara y accesible para las mujeres incluidas en el programa.
- Carencias en el seguimiento y apoyo psicológico tras la detección de anomalías.
Exigencias a las autoridades sanitarias
Cano ha reclamado al gobierno andaluz que incremente la inversión en prevención y diagnóstico temprano, así como que garantice la igualdad de acceso a los cribados en todo el territorio. También ha pedido que las autoridades escuchen la voz de las pacientes y trabajen en colaboración con asociaciones y colectivos para mejorar los protocolos.
«La detección precoz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte», ha insistido Cano en sus intervenciones, subrayando la importancia de un sistema eficiente y humanizado.
Respuesta y contexto
La Junta de Andalucía, por su parte, ha defendido en otras ocasiones el programa de cribado, señalando avances en cobertura y tecnología. No obstante, las denuncias como la de Anabel Cano reflejan que persisten retos importantes en la atención a las mujeres y en la equidad del acceso a los servicios de salud.
El caso de Cano vuelve a situar en el foco la necesidad de reforzar la sanidad pública y de escuchar a las voces de quienes, como pacientes, viven en primera persona las consecuencias de los fallos del sistema.
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