Esquerra Republicana recupera fuerzas un año después del regreso de Junqueras a la presidencia
El 14 de diciembre de 2024 marcó un punto de inflexión para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). La candidatura Militància Decidim, liderada por Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, se impuso en unas primarias internas especialmente tensas que evidenciaron la fractura interna del partido. Doce meses después, la formación republicana parece haber superado la convulsión y se encamina hacia una etapa de relativa estabilidad, con la mirada puesta en las próximas citas electorales.
- Esquerra Republicana recupera fuerzas un año después del regreso de Junqueras a la presidencia
- Un proceso interno marcado por la confrontación
- Una calma relativa tras el terremoto interno
- ERC, actor clave en la gobernabilidad
- Preparativos para las próximas elecciones municipales
- Reparos y retos pendientes en el seno del partido
- El contexto político estatal y los desafíos estratégicos
- Un año clave para la reconstrucción interna
Un proceso interno marcado por la confrontación
El proceso congresual de finales de 2024 se desarrolló en un clima de gran tensión tras el revés electoral sufrido por ERC en las elecciones al Parlament de Catalunya, donde perdió 13 escaños y más de 180.000 votos. Esta debacle provocó la dimisión del entonces president de la Generalitat, Pere Aragonès, y agudizó las diferencias entre las dos figuras dominantes del partido en los últimos años: Marta Rovira y Oriol Junqueras. Ambos arrastraban tiempo de distanciamiento, agravado por la prisión de Junqueras y el exilio suizo de Rovira.
En este contexto, Junqueras optó por reconstruir el liderazgo del partido con un nuevo núcleo duro, dejando atrás a quienes consideraba responsables de la pérdida de confianza durante su tiempo en prisión. La candidatura Militància Decidim se impuso en las primarias con un 52,2% de los votos, superando a la alternativa de Nova Esquerra Nacional, encabezada por Xavier Godàs y Alba Camps. Una tercera opción, Foc Nou, quedó fuera de la contienda en la primera vuelta.
Una calma relativa tras el terremoto interno
Un año después, la sede de ERC en la calle Calàbria de Barcelona respira cierta calma. Las divisiones internas parecen haberse atenuado y las críticas a Junqueras desde los sectores que no le apoyaron han disminuido notablemente. El partido ha reorientado su estrategia priorizando la obtención de una financiación singular para Catalunya y buscando compromisos tanto en el Govern como en el Gobierno central, así como en el Parlament y el Congreso.
La mayoría de encuestas, como las realizadas por el Centre d’Estudis d’Opinió, pronostican una recuperación de ERC, que podría pasar de los 20 diputados actuales a entre 21 y 23, e incluso escalar de la tercera a la segunda posición en el arco parlamentario catalán.
ERC, actor clave en la gobernabilidad
El papel de Esquerra como socio imprescindible para la gobernabilidad tanto en Catalunya como en el Estado español otorga a los republicanos una posición de influencia decisiva. Sus votos han sido fundamentales para la investidura de Salvador Illa en la Generalitat y para la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa.
ERC ha optado por condicionar el apoyo a los presupuestos, tanto en Barcelona como en Madrid, a la aprobación de un nuevo modelo de financiación singular para Catalunya. De esta forma, el partido busca reforzar su imagen de utilidad ante la ciudadanía y demostrar capacidad de incidencia real en la política catalana y estatal.
Preparativos para las próximas elecciones municipales
Con este escenario, Esquerra afronta con optimismo la preparación de las próximas elecciones municipales. Isaac Albert, vicesecretario general de Comunicación, destaca que el partido ha logrado reconectar con la sociedad catalana tras una etapa de desconexión y desgaste interno derivada de unas primarias especialmente duras.
Las últimas encuestas refuerzan la percepción de que ERC es, junto a la ultraderecha, la única formación con posibilidades de crecimiento electoral en un contexto donde las fuerzas tradicionales catalanas experimentan retrocesos. Aunque el avance es moderado, insufla confianza en la militancia y en la dirección.
Reparos y retos pendientes en el seno del partido
A pesar de la aparente unidad, persisten heridas abiertas en algunas direcciones regionales, especialmente en Barcelona y Girona, donde los críticos con la actual dirección hacen oír su voz. Xavier Godàs, rival de Junqueras en las primarias, sostiene que el partido se ha centrado en la gestión autonómica y ha perdido su horizonte nacionalista. Godàs pronostica que, tras las elecciones, ERC podría pactar con el PSC y considera necesario que los líderes del proceso independentista de 2017 den un paso al lado frente a la emergencia de nuevas fuerzas como Aliança Catalana.
- Godàs reclama una mayor contundencia en la relación con el PSC y el PSOE.
- Desde la dirección actual, se destaca la ausencia de debates sobre la falta de estrategia y la unidad para afrontar los próximos comicios.
Isaac Albert, portavoz del partido, señala que en los órganos internos no se discute la línea estratégica y que la militancia está enfocada en obtener buenos resultados en las municipales, pese a alguna discrepancia puntual.
El contexto político estatal y los desafíos estratégicos
El contexto político español, marcado por casos de corrupción y cuestiones de igualdad de género, influye en la agenda de ERC, que se mantiene atenta a las posibles repercusiones sobre su estrategia. La dirección republicana confía en que el pacto de financiación autonómica llegará pronto, aunque advierte que la concreción y aprobación en el Congreso será un proceso largo y no está garantizado que Pedro Sánchez culmine la legislatura.
No obstante, desde Esquerra insisten en que su objetivo prioritario es evitar que la derecha o la extrema derecha accedan al poder, reafirmando su compromiso con los acuerdos alcanzados y su influencia en la política estatal y catalana.
Un año clave para la reconstrucción interna
Un año después de las convulsas primarias, la situación interna de Esquerra Republicana se ha estabilizado, aunque no sin reticencias y retos pendientes. La recuperación de la unidad y el liderazgo de Junqueras serán determinantes para que el partido aspire a recuperar la presidencia de la Generalitat, como ya ocurrió en 2021 con Pere Aragonès. La amnistía para Junqueras, si finalmente se produce, podría servir como cierre simbólico de una etapa y punto de partida para consolidar la posición de ERC en el mapa político catalán.
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