Armengol aboga por adaptar la Constitución a la diversidad territorial en un contexto de tensiones políticas
El acto de conmemoración del Día de la Constitución en España ha vuelto a reflejar la profunda división política que atraviesa el país, con intercambios de reproches y discursos cargados de contenido político por parte de los principales líderes nacionales. En este contexto, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha defendido la necesidad de reformar la Carta Magna para adecuarla a la «diversa realidad territorial» de España.
Un llamamiento a la reforma constitucional
Durante su intervención institucional, Armengol ha subrayado que la Constitución se redactó en su momento «mirando a Europa» y que, en la actualidad, es posible «situar Europa en nuestra Constitución». La presidenta del Congreso ha abogado por convertir la Carta Magna en «un texto del siglo XXI», adaptándola a las transformaciones sociales y territoriales que ha experimentado el país en las últimas décadas.
«Las leyes son nuestras, de la ciudadanía; emanan de la voluntad popular y sus necesidades; se ajustan y se transforman según avanza la sociedad a la que representan», ha afirmado Armengol, reiterando un mensaje que ya ha transmitido en ocasiones anteriores, pero que adquiere especial relevancia en el actual contexto de negociaciones políticas.
El contexto político: negociaciones con Junts y exigencias territoriales
Las palabras de Armengol llegan en un momento clave, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ha intensificado el diálogo con Junts per Catalunya, formación que exige la celebración de un referéndum de autodeterminación como condición para apoyar la legislatura. Tras la aprobación de medidas en Consejo de Ministros pendientes del acuerdo de investidura, el Ejecutivo ha mostrado receptividad a propuestas presentadas por los separatistas, como la relativa a la multirreincidencia.
La intervención de Armengol, por tanto, no se interpreta como un gesto aislado, sino como parte de una estrategia más amplia de acercamiento y reconocimiento de la diversidad territorial en el marco constitucional.
Defensa de valores democráticos y sociales
En su discurso, la presidenta del Congreso también ha hecho referencia a la necesidad de proteger los valores democráticos frente a los «totalitarismos», en sintonía con las declaraciones de Pedro Sánchez, que centró su intervención en la defensa de la democracia y el rechazo al franquismo.
- Promoción de una distribución equitativa de la renta
- Protección de la salud pública
- Garantía del sistema de pensiones
- Defensa del derecho al medio ambiente y a la cultura
Estas reivindicaciones, habituales en el discurso de la izquierda, fueron enfatizadas por Armengol como pilares fundamentales de la España actual y europea, subrayando la importancia de mantenerlos ante los desafíos que plantea el auge de tendencias autoritarias.
Intercambio de reproches entre Sánchez y Feijóo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adoptó un tono triunfalista, asegurando que España vive «uno de sus mejores momentos» y utilizando la efeméride constitucional para cargar contra el Partido Popular. Sánchez criticó a la oposición por, a su juicio, ejercer de «profetas del desastre» y acusó a algunos partidos de ser «nostálgicos de la dictadura», evitando responder a cuestiones de actualidad polémica como el caso Salazar.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, acompañado por presidentes autonómicos de su partido, reprochó al Ejecutivo su actitud hacia la Constitución, calificándolo como «el Gobierno que más la ha atacado en 47 años». Feijóo destacó la defensa incondicional de su formación a la Carta Magna y lamentó la ausencia de partidos como Vox en los actos institucionales, que por primera vez no participaron siquiera en el tradicional izado de la bandera.
Un aniversario marcado por la división
El Día de la Constitución vuelve así a poner de manifiesto la polarización política, con un debate abierto sobre la posible reforma del marco legal fundamental del país y la gestión de la pluralidad territorial. Las declaraciones de Armengol y el intercambio de acusaciones entre Gobierno y oposición reflejan la complejidad de un momento en el que, más que nunca, el futuro de la Constitución y el modelo de Estado ocupan el centro del debate público.
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