Moncloa en alerta ante el avance de Feijóo y la posible moción de censura
El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta uno de sus momentos más delicados desde el inicio de la legislatura. El temor a que Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, impulse una moción de censura ha hecho saltar las alarmas en Moncloa, obligando al Ejecutivo a replantear su estrategia política y buscar de nuevo el apoyo de Junts per Catalunya.
- Moncloa en alerta ante el avance de Feijóo y la posible moción de censura
- Sánchez vira hacia Junts en pleno clima de inestabilidad
- Un cambio de estrategia tras el llamamiento de Feijóo a los empresarios catalanes
- Reconocimiento de incumplimientos y nuevas concesiones
- Un clima político marcado por la presión y las malas noticias
- Presión creciente sobre Junts y el tablero catalán
Sánchez vira hacia Junts en pleno clima de inestabilidad
La situación en el Congreso se ha tornado especialmente complicada para el presidente Sánchez tras la entrada en prisión de José Luis Ábalos. Su ausencia complica aún más cualquier votación clave, sobre todo si Junts decide abstenerse, dejando al Gobierno sin margen para aprobar nuevas medidas. En este contexto, la preocupación por un posible movimiento de Feijóo para desbancar al Ejecutivo mediante una moción de censura se ha intensificado.
El Ejecutivo, que hace apenas semanas restaba importancia a la ruptura anunciada por Junts y su portavoz Míriam Nogueras, ha dado un giro en su posición. Sánchez ha optado por acercarse a la formación de Carles Puigdemont, consciente de que su apoyo resulta imprescindible para la estabilidad de la legislatura.
Un cambio de estrategia tras el llamamiento de Feijóo a los empresarios catalanes
El reciente tour mediático de Pedro Sánchez por la prensa catalana no ha pasado desapercibido. El presidente aprovechó su intervención para anunciar la aprobación en Consejo de Ministros de algunos de los compromisos pendientes con Junts, en un intento de recuperar la confianza de los independentistas. Este movimiento llega tras el llamamiento de Feijóo a los empresarios catalanes para que presionen a Junts en favor de una moción de censura “instrumental”, con el compromiso de convocar elecciones generales.
Aunque desde Junts han rechazado públicamente cualquier alianza con el PP, y Feijóo matizó posteriormente que solo la convocatoria de elecciones podría desalojar a Sánchez, el Ejecutivo no descarta ningún escenario. La experiencia de la moción de censura que llevó a Sánchez al poder en 2018 pesa en la memoria política.
Reconocimiento de incumplimientos y nuevas concesiones
Fuentes gubernamentales reconocen que este viraje responde a una “reacción madurada” y al reconocimiento de que se han producido incumplimientos en el pacto de investidura, especialmente con Junts. El Gobierno ha pasado de ironizar sobre las exigencias de Puigdemont a mostrarse dispuesto a asumir responsabilidades y ofrecer nuevas concesiones, con la ley de amnistía como principal hito.
Sin embargo, desde Moncloa admiten que el apoyo de los siete diputados de Junts no está garantizado. El propio Ejecutivo lo califica como “tirarse a la piscina” en un momento de máxima incertidumbre, a la espera de la próxima comparecencia de Nogueras en Barcelona.
Un clima político marcado por la presión y las malas noticias
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha hecho un llamamiento a los separatistas catalanes para pensar en los ciudadanos y ha destacado la colaboración de la UME en la lucha contra la peste porcina, evidenciando la voluntad del Gobierno de abrir nuevas vías de diálogo.
El contexto político se ve agravado por una serie de escándalos que sacuden al PSOE: la condena del ex fiscal general del Estado, las investigaciones que afectan a Ábalos y Koldo, y las acusaciones que implican a Begoña Gómez, esposa del presidente. Este cúmulo de acontecimientos ha contribuido al nerviosismo en el entorno de Sánchez, quien reconoce que la única salida viable para salvar la legislatura pasa por recomponer la alianza con Junts.
Presión creciente sobre Junts y el tablero catalán
El ascenso de Aliança Catalana ha alterado el equilibrio de fuerzas en Cataluña, añadiendo presión sobre Junts, que ve peligrar su posición si continúa apoyando al Gobierno sin obtener contrapartidas. El último barómetro del CIS catalán refleja un empate entre ambas formaciones, lo que ha llevado a Junts a exigir más concesiones a Sánchez antes de regresar al bloque de la investidura.
- El Gobierno de Sánchez vive una legislatura frágil, con el apoyo parlamentario cada vez más incierto.
- Feijóo intensifica la presión e intenta tender puentes entre el PP y Junts para una hipotética moción de censura.
- Junts exige nuevas concesiones, mientras el Ejecutivo reconoce errores y busca reconducir la relación.
- El panorama catalán se complica con la irrupción de nuevas fuerzas políticas, aumentando la inestabilidad.
La situación en Moncloa refleja un escenario político en constante cambio, donde la supervivencia del gobierno depende cada vez más de alianzas frágiles y decisiones estratégicas de última hora.
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