Cerdán temía en 2016 que se hicieran públicas sus alianzas empresariales en obras públicas

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Cerdán expresó temores en 2016 sobre la visibilidad de sus alianzas empresariales en obras públicas

La rápida expansión de la empresa Servinabar y sus vínculos con altos cargos políticos generaron inquietud entre sus propios fundadores. Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, manifestó ya en febrero de 2016 su preocupación por la exposición pública de las alianzas empresariales que mantenía junto a su socio, Antxon Alonso, en la ejecución de contratos de obra pública.

Preocupación temprana por la visibilidad empresarial

Según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el temor de Cerdán se evidenció en una serie de mensajes intervenidos por los agentes. Tras una reunión en febrero de 2016, Antxon Alonso envió a Cerdán fotografías en las que se veía el logo de Servinabar, la empresa de ambos, en la indumentaria deportiva de un aizkolari, junto al de Geoalcali, empresa vinculada al proyecto minero “Mina Muga”. Ante la posibilidad de que se hiciera pública la relación entre ambas compañías, Cerdán preguntó: “¿Es bueno que se vea ya?”. Alonso respondió afirmativamente, argumentando que ello daría mayor proyección a la empresa.

La UCO señala que el interés por crecer en el sector público era palpable desde los primeros meses de actividad de Servinabar. Esta sociedad, fundada el 4 de septiembre de 2015, tenía como uno de sus principales objetivos la intermediación en proyectos relevantes, como el de la Mina Muga, y el contacto con cargos públicos para facilitar la consecución de permisos y contratos.

Intermediación y contactos con cargos públicos

Los investigadores han encontrado evidencia de la planificación de contactos con responsables políticos, especialmente del PSOE de Aragón. Entre otros documentos, destaca la fotografía de un boceto manuscrito incautado en el domicilio de Koldo García, otro implicado en la trama, donde se esquematizaban reuniones para obtener, entre otros fines, la autorización del Ayuntamiento de Remolinos (Zaragoza). El objetivo era utilizar un antiguo espacio minero como depósito de residuos salinos generados por la Mina Muga.

Alianzas empresariales y acuerdos con grandes constructoras

En las primeras semanas de vida de Servinabar, la compañía ya había establecido un Acuerdo Marco de Colaboración Empresarial con Acciona, un gigante del sector de la construcción. Este tipo de acuerdos fijan las bases para futuras colaboraciones estables entre las partes, y en este caso, se firmó el 16 de septiembre de 2015, apenas doce días después del inicio de actividades de Servinabar.

El argumento de Acciona para asociarse con una empresa tan reciente fue que “Servinabar es una empresa que goza de buena implantación en la Comunidad Foral de Navarra. Fruto de dicha implantación tiene acceso y/o genera oportunidades de negocio”. La UCO destaca que esta relación se formalizó tras un primer contacto detectado por correo electrónico el 10 de septiembre de 2015, solo unos días después de la constitución de Servinabar.

  • El primer gran proyecto conjunto fue la subcontratación de la UTE Sangüesa/Zangoza Services para el desarrollo de la Mina Muga, formada por Acciona Infraestructuras y Servinabar.
  • La firma del Acuerdo Marco de Colaboración Empresarial se realizó el 16 de septiembre de 2015, quedando registrada en la documentación interna de la empresa de Antxon Alonso.

Presuntas comisiones y el papel de los implicados

A lo largo de los años, la colaboración entre Servinabar y Acciona se mantuvo para diversas obras públicas. Según la UCO, en algunas de estas adjudicaciones podrían haberse pagado comisiones ilegales de hasta un 2%. El firmante del acuerdo por parte de Acciona fue Justo Vicente Pelegrini, quien ocupó cargos de alta dirección en la empresa hasta su cese en junio de 2025, tras la emisión de un informe interno que apuntaba a “falta de diligencia en el ejercicio de sus responsabilidades de dirección”.

Conclusión

La investigación de la UCO desvela cómo la proximidad al poder político y la rápida expansión empresarial pusieron en alerta incluso a los propios protagonistas de la trama desde sus inicios. Las alianzas selladas a través de acuerdos marco y la búsqueda activa de contactos influyentes permitieron a Servinabar acceder a importantes contratos públicos, en un contexto de sospechas sobre posibles prácticas irregulares.

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