ONU enfrenta recortes significativos en presupuesto y empleos ante crisis financiera
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha presentado una propuesta para recortar en un 15% el presupuesto básico de la organización internacional y eliminar más del 18% de los puestos de trabajo, en respuesta a una grave crisis de liquidez que amenaza el funcionamiento de la entidad en su 80º aniversario.
Déficit de aportaciones de Estados Unidos agrava la situación
La situación financiera crítica de la ONU se atribuye principalmente a los retrasos en las aportaciones de Estados Unidos, el principal contribuyente de la organización. Según Guterres, al finalizar 2024, los atrasos ascendían a 760 millones de dólares, de los cuales 709 millones permanecen pendientes de pago. A esta cifra se suman 877 millones de dólares correspondientes a las cuotas de 2025 que aún no han sido abonadas, lo que eleva la deuda total a 1.586 millones de dólares, cerca de la mitad del presupuesto básico de la ONU.
“Terminamos 2024 con 760 millones de dólares en atrasos, de los cuales 709 millones siguen pendientes. Tampoco hemos recibido 877 millones de dólares de las cuotas de 2025, por lo que los atrasos ascienden ahora a 1.586 millones de dólares”, explicó Guterres ante el comité de presupuesto de la Asamblea General, conformado por 193 Estados miembros.
Propuesta de recortes en presupuesto y empleos
La propuesta presentada por Guterres contempla un presupuesto básico de 3.238 millones de dólares para 2026, lo que supone una reducción de 577 millones respecto al año anterior. Además, plantea la eliminación de más del 18% de los empleos actuales. Estas medidas afectarían a actividades clave como labores políticas, humanitarias, de desarme, económicas, sociales y de comunicación.
Cabe destacar que la financiación de la mayoría de las agencias, fondos y programas de la ONU, como el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF, depende de contribuciones voluntarias, por lo que no se incluyen en el presupuesto básico afectado por estos recortes.
Estados Unidos y su papel en la financiación de la ONU
Estados Unidos aporta hasta el 22% del presupuesto básico de la ONU, conforme a los cálculos definidos por la Asamblea General. En los últimos años, sin embargo, las políticas estadounidenses han puesto en entredicho el compromiso financiero con la organización. El expresidente Donald Trump llegó a calificar a la ONU como un organismo con “gran potencial” que, sin embargo, no estaría aprovechando sus capacidades, anunciando a su vez recortes drásticos en la financiación estadounidense.
Medidas para mejorar la eficiencia
En marzo, Guterres puso en marcha el grupo de trabajo UN80, cuyo objetivo es identificar áreas para reducir gastos y mejorar la eficiencia operativa de la organización. Esta iniciativa busca adaptar la ONU a un escenario de recursos limitados y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Impacto en las operaciones de mantenimiento de la paz
Las misiones de paz de la ONU operan con un presupuesto independiente, pero también se ven afectadas por la incertidumbre financiera. En octubre pasado, altos funcionarios advirtieron que una cuarta parte de las fuerzas desplegadas en nueve operaciones de mantenimiento de la paz se verían reducidas por la falta de fondos y la incertidumbre sobre futuras aportaciones, especialmente desde Estados Unidos.
Perspectivas y desafíos para la ONU
La fragilidad financiera de la ONU, evidenciada por el volumen de atrasos en las cuotas, plantea un desafío persistente para la organización, independientemente del presupuesto final que apruebe la Asamblea General. Guterres advirtió que la liquidez seguirá siendo un problema estructural mientras no se regularicen las aportaciones de los principales Estados miembros, lo que obliga a la ONU a replantear su modelo operativo en un contexto global cada vez más complejo.
- Reducción del 15% en el presupuesto básico de la ONU para 2026.
- Eliminación de más del 18% de los empleos.
- Atrasos en las aportaciones de Estados Unidos superan los 1.500 millones de dólares.
- Incertidumbre sobre el futuro de las operaciones de mantenimiento de la paz.
La propuesta de Guterres marca un punto de inflexión para la organización internacional, que deberá adaptarse a una nueva realidad presupuestaria si quiere mantener su relevancia y capacidad de acción en el escenario global.
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