Ayuso evita condenar el franquismo en el aniversario de la muerte de Franco
En el quincuagésimo aniversario del fallecimiento de Francisco Franco, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha optado por no condenar públicamente ni la dictadura franquista ni el golpe de Estado de 1936. Esta postura se ha hecho manifiesta durante el pleno de la Asamblea de Madrid, tras la petición expresa de Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, quien instó a Ayuso a pronunciarse de forma clara sobre este periodo de la historia española.
Una respuesta que evita la condena
Ayuso, que nació en 1978, ha argumentado que forma parte de una generación educada en democracia y ha señalado que aprendió de “aquellos españoles que no querían ni una España ni la otra”, en referencia a los bandos enfrentados en la Guerra Civil. Con estas palabras, la presidenta ha equiparado la responsabilidad de los golpistas y la del Gobierno de la II República, distanciándose de una condena explícita al régimen franquista.
Durante todo el año, Ayuso también ha rechazado declarar la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, como Lugar de Memoria debido a las torturas cometidas en ese edificio durante la dictadura. En la sesión de este jueves, ha reiterado su negativa a posicionarse de forma contundente contra el franquismo, alineándose así con la postura tradicional del Partido Popular, que históricamente ha evitado emitir una condena oficial a la dictadura.
Debate político en la Asamblea de Madrid
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, ha criticado abiertamente la actitud de la presidenta, acusándola de “llamar dictador a todo el mundo, menos a quien realmente lo fue”. Bergerot ha insistido en la necesidad de que Ayuso condene el franquismo, una demanda que la dirigente popular ha eludido con el argumento de que “la inmensa mayoría de los españoles no queremos volver a los bandos de la Guerra Civil”.
Ayuso ha puesto el foco en la “antesala” de la Guerra Civil, refiriéndose al clima de tensión y violencia política previo al conflicto, durante los últimos meses de la II República. Según su intervención, para condenar el golpe de Estado también sería necesario condenar al propio gobierno republicano, equiparando así las responsabilidades históricas.
Eludir el pasado para mirar al futuro
En su discurso, la presidenta madrileña ha evitado mencionar directamente términos como Franco, dictadura, república o golpe de Estado. En cambio, ha abogado por “mirar hacia adelante, unidos en democracia”, sugiriendo que centrarse en el pasado divide a la sociedad. “La inmensa mayoría de los que estamos aquí nacimos en democracia y democracia es mirar para adelante, les guste o no”, ha sentenciado.
Reacciones de otros partidos
En la misma sesión, ni Vox ni el PSOE han abordado la cuestión franquista, a pesar de la significativa fecha. La formación de extrema derecha ha centrado su intervención en las políticas migratorias, lo que ha provocado que Ayuso los acusara de querer “instalar la xenofobia” en Madrid. Además, la presidenta popular ha reprochado a Vox su supuesta colaboración con el PSOE para debilitar al Partido Popular, acusando a ambas formaciones de realizar alianzas tácticas en la Asamblea.
- Ayuso mantiene la línea del PP y evita la condena al franquismo.
- El debate sobre la memoria histórica sigue generando tensiones en la política madrileña.
- Los partidos de la oposición reclaman una postura clara ante el legado de la dictadura.
Un aniversario marcado por la división
El aniversario de la muerte de Francisco Franco vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la memoria histórica y la necesidad de una condena explícita al franquismo por parte de las instituciones. La actitud de Ayuso refleja la persistencia de posturas divergentes en el seno de la política española respecto al tratamiento del pasado y su influencia en la convivencia democrática actual.
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