Entrevista a Sidi Mohamed Omar: «La ONU reconoce el plan de Marruecos como base de negociación, pero no como la única opción para el Sáhara Occidental»
En el 50 aniversario de la Marcha Verde, el conflicto del Sáhara Occidental permanece en un punto muerto, marcado por la falta de avances hacia la autodeterminación saharaui y la persistencia de la ocupación marroquí. El reciente respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU al plan marroquí como base de negociación ha reavivado el debate internacional y las tensiones en la región. ‘Público’ recoge las reflexiones de Sidi Mohamed Omar, representante del Frente Polisario ante la ONU y coordinador con la MINURSO, sobre la situación actual y las perspectivas del pueblo saharaui.
- Entrevista a Sidi Mohamed Omar: «La ONU reconoce el plan de Marruecos como base de negociación, pero no como la única opción para el Sáhara Occidental»
- La resolución de la ONU y su impacto en el proceso de descolonización
- Relación con Argelia y el papel de la ONU
- El papel de Estados Unidos y las potencias internacionales
- Paralelismos con Palestina y la postura de España
- Situación de la población saharaui: en los campamentos y bajo ocupación
- Expolio de recursos y batalla jurídica en la Unión Europea
- Conclusión
La resolución de la ONU y su impacto en el proceso de descolonización
El pasado 31 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU renovó el mandato de la MINURSO —la misión encargada de organizar el referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental—, situando el plan marroquí como punto de partida para futuras negociaciones. Este giro ha generado inquietud entre los saharauis, que ven cómo la propuesta de Rabat recibe respaldo internacional, especialmente tras el apoyo del Gobierno español en 2022.
Sidi Mohamed Omar subraya que la resolución 2797 (2025) fue fruto de intensas negociaciones, en las que Estados Unidos, principal redactor del texto, intentó imponer su posición, respaldado por Francia. Sin embargo, otros miembros del Consejo, incluidos algunos permanentes, insistieron en mantener un enfoque equilibrado y respetuoso de la legalidad internacional. La resolución, según Omar, menciona la propuesta marroquí como «una base» para las negociaciones, pero no la consagra como la única alternativa, y abre la puerta a otras iniciativas que garanticen una solución mutuamente aceptable y el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.
Críticas al plan marroquí como base de negociación
Para el representante del Frente Polisario, la inclusión del plan de Marruecos como base de diálogo resulta inaceptable desde una perspectiva jurídica y política. Recuerda que la Corte Internacional de Justicia, la Asamblea General de la ONU y tribunales africanos y europeos han dejado claro que Marruecos no posee soberanía ni mandato administrativo sobre el territorio.
- Ocupación: Marruecos es considerado una potencia ocupante del Sáhara Occidental, lo que impide que pueda otorgar cualquier tipo de autonomía o estatuto territorial sin violar el derecho internacional.
- Libre determinación: El plan marroquí limita la elección saharaui a una única opción —la autonomía—, negando de hecho el derecho a decidir libremente sobre su futuro.
- Independencia: La propuesta elimina la opción de independencia, que ha sido la reivindicación histórica del pueblo saharaui.
- Precedente peligroso: Aceptar esta propuesta sentaría un precedente negativo, recompensando la ocupación ilegal y poniendo en riesgo la estabilidad regional.
Omar sostiene que la solución al conflicto debe partir del respeto a la voluntad del pueblo saharaui, expresada a través de un referéndum justo y supervisado internacionalmente.
Relación con Argelia y el papel de la ONU
La reciente no participación de Argelia en la votación sobre la renovación del mandato de la MINURSO fue interpretada por algunos como una forma de distanciamiento respecto a la posición del Consejo de Seguridad. Omar aclara que Argelia, históricamente defensora del derecho a la autodeterminación, mantiene excelentes relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática y sigue apoyando la causa saharaui en cumplimiento de las resoluciones de la ONU.
Respecto al papel de la ONU, Omar reitera que la organización sigue siendo el foro legítimo para abordar la descolonización del Sáhara Occidental, aunque recuerda que la responsabilidad de resolver el conflicto recae en las partes implicadas. El Frente Polisario, afirma, mantiene su apuesta por la vía pacífica y diplomática, pero está decidido a defender los derechos del pueblo saharaui por todos los medios legítimos.
El papel de Estados Unidos y las potencias internacionales
La postura estadounidense ha evolucionado significativamente en los últimos años. La administración Trump, en diciembre de 2020, reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en un acuerdo de intercambio diplomático, decisión reafirmada en 2025. Para Omar, esta política contradice la Carta de la ONU y las propias resoluciones estadounidenses previas, dificultando cualquier avance hacia una solución justa y alentando la intransigencia de Marruecos.
En cuanto a Rusia y China, el Frente Polisario mantiene canales de diálogo abiertos, sustentados en el respeto al derecho internacional y la defensa de la libre determinación de los pueblos. Ambos países se han abstenido en la votación sobre la MINURSO, defendiendo la necesidad de una solución aceptable para todas las partes.
Paralelismos con Palestina y la postura de España
Omar identifica notables similitudes entre las situaciones del Sáhara Occidental y Palestina: ambos pueblos padecen ocupación extranjera, represión sistemática y saqueo de recursos, mientras luchan por su independencia y dignidad. Denuncia que, pese a la condena del gobierno español al genocidio palestino, su postura hacia la cuestión saharaui se ha alineado en los últimos años con la de Marruecos, quebrantando los principios internacionales y la responsabilidad histórica de España como potencia administradora del territorio.
Situación de la población saharaui: en los campamentos y bajo ocupación
Campamentos de refugiados en Argelia
La comunidad saharaui lleva medio siglo viviendo en campamentos en el suroeste de Argelia, en lo que constituye una de las crisis de refugiados más prolongadas de África. Omar destaca que, aunque se han logrado avances en la atención de necesidades básicas gracias al apoyo argelino e internacional, la dependencia de la ayuda humanitaria persiste. Insiste en que la verdadera solución es política: permitir el retorno de los refugiados a una patria libre mediante una solución justa y duradera.
Población en los territorios ocupados
En el Sáhara Occidental bajo control marroquí, los saharauis sufren una represión diaria, documentada por organismos internacionales, en un contexto de bloqueo informativo y militar. Las políticas de Marruecos buscan alterar la composición demográfica mediante el asentamiento de colonos y la expulsión de la población autóctona, mientras se impide cualquier monitoreo internacional independiente sobre la situación de derechos humanos.
Expolio de recursos y batalla jurídica en la Unión Europea
Marruecos ha impulsado una estrategia de colonización económica del Sáhara Occidental, facilitando la explotación de recursos naturales y el desarrollo turístico, con la implicación de empresas extranjeras. El Frente Polisario ha recurrido a la justicia europea, logrando sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que anulan acuerdos comerciales y pesqueros entre la UE y Marruecos que involucren productos saharauis sin el consentimiento de su pueblo.
Estas decisiones judiciales, aunque significativas en el ámbito legal, ponen a prueba la coherencia de la Unión Europea, que debe decidir entre acatar el derecho o ceder a intereses políticos. El Frente Polisario reitera su compromiso de emplear todas las vías legales para salvaguardar los derechos y recursos del Sáhara Occidental.
Conclusión
El conflicto del Sáhara Occidental sigue marcado por la falta de voluntad internacional para aplicar el derecho a la libre determinación, la presión de actores externos y la resistencia del pueblo saharaui frente a la ocupación y el exilio. Mientras la ONU mantiene su papel como foro de negociación, la solución definitiva depende de la movilización diplomática, el respeto al derecho internacional y la capacidad de la comunidad internacional para anteponer la justicia a la conveniencia política.
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