Vox mantiene en secreto sus condiciones para la sucesión de Mazón mientras consolida su auge en las encuestas
La dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana ha abierto un escenario político de máxima incertidumbre en la región. Mientras el Partido Popular busca un relevo que garantice la estabilidad institucional, todas las miradas se dirigen hacia Vox, partido clave en la gobernabilidad del País Valencià y que, según los últimos sondeos, experimenta un crecimiento significativo en intención de voto.
Un mandato marcado por la alianza con Vox
Carlos Mazón se destacó desde el inicio de su mandato por estrechar lazos con Vox, incluso antes de las elecciones generales del 23 de julio. Fruto de esta colaboración, el gobierno autonómico logró sacar adelante los presupuestos a cambio de importantes concesiones a la formación de Santiago Abascal. Entre ellas, recortes en educación, medidas más restrictivas hacia los menores migrantes y la adopción de propuestas ideológicas en materia de género y política lingüística.
Durante su gestión, Mazón derogó la Ley de Memoria Histórica, paralizó la creación de la Unidad Valenciana de Emergencias y limitó las subvenciones a patronal y sindicatos. Estas decisiones respondieron a los “cinco ejes estratégicos” que Vox incorporó a la agenda del gobierno: libertad, reducción del gasto público, impulso al sector primario, promoción de las familias y simplificación de partidas lingüísticas.
La dimisión y el papel de Vox
El anuncio de la renuncia de Mazón llegó tras una reflexión personal y estuvo acompañado de críticas al Gobierno central y de gestos de complicidad hacia Vox. Aunque la dimisión no será efectiva hasta su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana, el proceso de sucesión ya está en marcha. Les Corts disponen de doce días para presentar un candidato y hasta dos meses para investir a un nuevo presidente; de no lograrse, se convocarían nuevas elecciones.
En este contexto, Santiago Abascal ha optado por la cautela. El líder de Vox ha evitado hacer valoraciones anticipadas y ha dejado claro que no se tomarán decisiones hasta que el Partido Popular aclare su posición. La formación de extrema derecha ha reiterado sus críticas al presidente Pedro Sánchez y ha señalado que, de momento, no ha habido negociaciones formales con los populares sobre la investidura.
Relación fluctuante y dependencia mutua
La relación entre el Partido Popular y Vox ha oscilado a lo largo de la legislatura, especialmente durante la negociación de los presupuestos y tras la crisis provocada por la DANA. Aunque en otras comunidades autónomas los cargos de Vox abandonaron el gobierno por discrepancias, en la Comunidad Valenciana la colaboración se ha mantenido, permitiendo a Mazón sortear los momentos más difíciles de su mandato.
Ahora, la formación de Abascal tiene en sus manos la capacidad de facilitar la investidura del nuevo presidente o de forzar un adelanto electoral. Desde Génova, la dirección nacional del PP insiste en la necesidad de llegar a un acuerdo para evitar la inestabilidad y reclama la responsabilidad de todos los partidos que sostienen el ejecutivo autonómico.
Escenario electoral favorable para Vox
Las últimas encuestas refuerzan la posición de Vox como actor decisivo en el futuro político de la Comunidad Valenciana. Según un estudio de GAD3 para ABC y Las Provincias, el Partido Popular perdería siete escaños, que serían absorbidos casi en su totalidad por Vox. Así, la formación ultraderechista se consolidaría como tercera fuerza en Les Corts, mientras que el PSPV-PSOE y Compromís mantendrían su peso en la oposición, sin alcanzar la mayoría absoluta conjunta.
- El PP pasaría de 40 a 33 escaños.
 - Vox crecería hasta alcanzar 20 asientos.
 - El PSPV-PSOE perdería cuatro diputados.
 - Compromís aumentaría hasta 19 escaños.
 
Un sondeo similar de Lápiz Estratégico Consulting para Prensa Ibérica, difundido por Levante-EMV, confirma la tendencia: Vox sería el partido que más crecería en Les Corts, mientras el PP dependería de su apoyo para mantener el gobierno.
¿Qué exigirá Vox a cambio de su apoyo?
Pese a la importancia de su voto, Vox no ha hecho públicas sus condiciones para respaldar al próximo candidato del Partido Popular. Tampoco ha aclarado si exigirá volver a formar parte del gobierno valenciano. La dirección nacional se limita a señalar que no tomarán una decisión hasta que el PP defina su candidato y estrategia.
Esta ambigüedad estratégica permite a Vox mantener la presión sobre sus socios y maximizar su influencia en una coyuntura en la que los sondeos le auguran una posición de fuerza inédita en la Cámara autonómica.
Conclusión
El futuro del gobierno valenciano depende, en gran medida, de la posición que adopte Vox en los próximos días. Con Mazón fuera del tablero político y la amenaza de nuevas elecciones sobre la mesa, la formación ultraderechista se erige como árbitro de una crisis institucional que podría redibujar el mapa político de la Comunidad Valenciana. Mientras tanto, el Partido Popular busca el consenso necesario para evitar la inestabilidad y consolidar un relevo que contente tanto a sus bases como a sus socios parlamentarios.
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