Moncloa rastrea a los senadores del PP en la Comisión Koldo para preparar a Sánchez
La comparecencia de Pedro Sánchez este jueves en el Senado marca un hito sin precedentes en la política española. Por primera vez, un presidente en activo será interrogado en una comisión parlamentaria mientras sobre él pesan sospechas de corrupción. La Moncloa afronta la cita con una estrategia clara: convertir el interrogatorio en un enfrentamiento político en el que el presidente salga reforzado frente al Partido Popular.
Seguimiento minucioso a los senadores populares
Fuentes parlamentarias han señalado que el Gobierno lleva semanas monitorizando a los senadores del PP que podrían interrogar a Sánchez en la Comisión Koldo. El equipo del Ejecutivo estudia los perfiles y trayectorias de los posibles intervinientes, con el objetivo de anticipar sus preguntas y preparar respuestas contundentes para el presidente.
El antecedente más reciente de esta táctica se remonta a la comparecencia del ministro Óscar Puente, quien acudió a la comisión con varios dosieres sobre miembros del PP, exhibiéndolos como advertencia ante los presentes. Esta estrategia se enmarca en un contexto donde, según distintos testimonios, el PSOE ya ha intentado recabar información comprometedora sobre jueces, fiscales e incluso agentes de la Guardia Civil.
Operaciones de presión y ciberataques
Uno de los senadores que podría enfrentarse a Sánchez, Alejo Miranda, ha estado en el centro de la polémica tras conocerse que su teléfono móvil fue objeto de más de treinta intentos de hackeo desde la constitución de la Comisión Koldo. Las intrusiones cesaron coincidiendo con la revelación de supuestos casos de espionaje vinculados al entorno socialista.
La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, denunció la semana pasada que «cientos de asesores del presidente están rastreando la vida de los senadores del PP para intimidarlos». García también acusó a un conocido miembro del entorno de Sánchez, Pedro Luis Egea, de amenazas veladas contra el senador Salvador Foronda, responsable de la investigación de las cuentas del PSOE.
Egea solicitó públicamente a varios medios que indagaran en los métodos de Foronda. Pocos días después, surgieron informaciones sobre otro senador de la Comisión Koldo, Alfonso Serrano, quien también podría interrogar a Sánchez. El PP advierte de que estas maniobras no son casos aislados y que no se dejarán amedrentar por presiones externas.
Preparativos y estrategia para la comparecencia
La identidad del senador popular encargado de interrogar a Sánchez se mantendrá en secreto hasta el inicio de la sesión. Entre los favoritos figuran Alejo Miranda y Rocío Dívar, aunque la decisión final se tomará en el último momento para evitar que Moncloa pueda preparar una defensa personalizada.
El presidente comparecerá ante la Cámara Alta acompañado del ministro de Justicia, Félix Bolaños, el diputado Rafael Simancas y un miembro del gabinete de presidencia, Iván García Yustos. Desde el entorno gubernamental se insiste en que Sánchez acude «con la máxima normalidad», minimizando el carácter excepcional del interrogatorio y comparándolo con una sesión de control parlamentario, aunque reconocen que esta vez durará seis horas.
Temas clave: financiación irregular y otros escándalos
- Financiación irregular del PSOE: El PP centrará sus preguntas en los recientes casos de reparto de sobres con dinero en efectivo, que involucran a José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Los populares exigirán explicaciones sobre quiénes recibieron estos pagos, la existencia de justificantes y el origen de los fondos.
- Delcygate y Begoña Gómez: También se abordarán otros asuntos candentes, como el llamado Delcygate y la situación de la esposa del presidente.
Cada grupo parlamentario dispondrá de 50 minutos para interrogar al presidente, tiempo en el que se espera un intercambio tenso y directo.
Obligaciones legales y expectativas
Pedro Sánchez está obligado a responder con la verdad ante la comisión. En caso contrario, podría incurrir en un delito de falso testimonio. También tiene la opción de no responder o de recurrir a evasivas, lo que podría interpretarse como un intento de ocultar información. La estrategia del Gobierno pasa por afrontar el cara a cara y tratar de revertir la situación desfavorable en la que se encuentra el presidente.
Desde Moncloa reconocen que no disponen de documentación que respalde ciertos pagos y evitan aportar detalles sobre la cuantía de los fondos recibidos por el partido, aunque niegan cualquier irregularidad en la financiación. El interrogatorio, según fuentes gubernamentales, será «muy duro y muy sucio», pero confían en que Sánchez podrá sortear la presión y salir fortalecido del envite.
Conclusión
La comparecencia de Pedro Sánchez ante la Comisión Koldo se perfila como uno de los momentos más tensos de la legislatura. El minucioso seguimiento de los senadores populares y la preparación estratégica de Moncloa evidencian la importancia política de esta cita, que podría marcar un antes y un después en el devenir del Gobierno y la oposición.
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