Junts pone en jaque la estabilidad del Gobierno de Sánchez ante posible ruptura

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Crece la tensión política ante la posible ruptura entre Junts y el Gobierno de Sánchez

El escenario político español atraviesa momentos de máxima incertidumbre. El apoyo de Junts per Catalunya al Gobierno de Pedro Sánchez se tambalea, y la pregunta que surge en el panorama nacional es clara: si la formación liderada por Carles Puigdemont decide retirar su respaldo o incluso secundar una moción de censura, ¿qué futuro le espera a la actual coalición y, sobre todo, a Cataluña?

La compleja relación entre el Gobierno y Junts

Carles Puigdemont, figura central del independentismo catalán y aún prófugo de la Justicia española, observa cómo su influencia política se debilita paulatinamente. Los últimos acontecimientos evidencian una erosión en la posición de Junts como socio indispensable del Ejecutivo.

En el marco de las negociaciones clave, Santos Cerdán, hasta ahora interlocutor del Gobierno con Junts, ha sido reemplazado por José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente socialista asume el papel de mediador en un contexto marcado por la desconfianza y la presión judicial. Esta estrategia, bautizada por el Ejecutivo como “normalizar las relaciones con Cataluña”, tiene un coste político creciente.

Presión judicial y desgaste gubernamental

Mientras tanto, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continúa con sus investigaciones, recogiendo pruebas vinculadas a presuntos delitos que afectan al entorno del Gobierno. La Justicia avanza a pesar de las dificultades y los intentos de entorpecimiento, y en medio de este ambiente, los apoyos parlamentarios al Ejecutivo muestran signos de fatiga.

La reciente intervención de Miriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, puso en evidencia la fragilidad de la alianza. Nogueras criticó la propuesta de Sánchez de liderar el debate sobre el cambio horario en la Unión Europea y lanzó un mensaje claro: “menos hablar del cambio de hora y más de la hora del cambio”, subrayando la necesidad de abordar cuestiones de mayor calado para el independentismo catalán.

¿Qué alternativas tiene Junts?

Ante la posibilidad de una ruptura, surge la duda de qué puede esperar Junts de una eventual alternancia en el poder. Un gobierno del Partido Popular, previsiblemente apoyado por Vox, sería menos proclive a atender las demandas de carácter separatista. La compatibilidad ideológica de Junts con el PSOE radica, en parte, en la flexibilidad de los socialistas en torno a la cuestión territorial y la disposición a negociar sobre temas delicados, como la amnistía y la cesión de competencias.

Algunas voces sugieren la posibilidad de un acercamiento de Junts al PP, apelando a viejas fórmulas de “gobernabilidad”. Sin embargo, esta opción podría desatar el rechazo de Vox y dificultar la conformación de un bloque de centro-derecha que excluya a las fuerzas nacionalistas. Otros analistas plantean la hipótesis de un PSOE sin Sánchez, dispuesto a perpetuar la estrategia de encaje de Cataluña, aunque esta vía no parece inminente.

La competencia interna y el cambio de tablero político

El independentismo catalán enfrenta también desafíos internos. La irrupción de Silvia Orriols y su formación, Aliança Catalana, ha captado el apoyo de sectores descontentos con la gestión de Junts, especialmente por su discurso contundente contra la inmigración ilegal y la inseguridad. El tablero político catalán ha cambiado notablemente desde el referéndum de 2017, obligando a los actores tradicionales a reconsiderar estrategias.

El miedo como factor común

En este contexto, tanto Pedro Sánchez como Carles Puigdemont experimentan una creciente sensación de vulnerabilidad. El primero, presionado por las investigaciones judiciales que amenazan tanto a su entorno como a la propia estructura del PSOE. El segundo, cada vez más aislado políticamente y con dificultades para regresar a la escena catalana sin garantías legales.

  • La posible imputación del PSOE por presunta financiación ilegal añade incertidumbre al futuro del partido.
  • Los esfuerzos del Gobierno para lograr el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Unión Europea y la cesión de competencias en inmigración a Cataluña siguen siendo moneda de cambio en las negociaciones.
  • La aprobación de la amnistía para los implicados en el proceso independentista es percibida como un elemento clave para mantener el actual equilibrio.

Perspectivas a corto plazo

La gobernabilidad de España se sostiene en una frágil mayoría parlamentaria que puede desmoronarse en cualquier momento. Pedro Sánchez continúa gobernando sin presupuestos aprobados y refugiándose en debates internacionales como el cambio climático o el reconocimiento del Estado palestino, mientras la agenda nacional se ve marcada por la inestabilidad.

Sin embargo, cada vez resulta más evidente que cualquier declaración o filtración inesperada podría precipitar un cambio de ciclo político. En ese eventual escenario, el papel de Junts y Puigdemont pasaría a un segundo plano, y las consecuencias para el Gobierno serían imprevisibles.

Conclusión

La tensión es palpable tanto en Moncloa como en Waterloo. La alianza entre el PSOE y Junts se mantiene por motivos de conveniencia mutua, pero los riesgos aumentan para ambos lados. El temor a perder el control y el peso de las investigaciones judiciales han puesto en alerta a todos los actores implicados. El desenlace, por ahora, permanece abierto, pero el nerviosismo ya es imposible de ocultar.

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