Fedea propone un nuevo modelo de pensiones basado en cuentas nocionales
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha presentado un estudio en el que plantea una reforma profunda y gradual del sistema público de pensiones en España. La propuesta, elaborada por los economistas José Enrique Devesa, Rafael Doménech y Robert Meneu, sugiere la transición desde el actual sistema de reparto hacia un modelo de cuentas nocionales, ya implantado en países como Suecia, Italia o Letonia. El objetivo principal es garantizar la sostenibilidad financiera del sistema y mejorar la equidad entre generaciones.
- Fedea propone un nuevo modelo de pensiones basado en cuentas nocionales
- ¿En qué consiste el sistema de cuentas nocionales?
- Impacto de la reforma: pensiones iniciales más bajas, pero mayor estabilidad
- Transición gradual y calendario de implantación
- Mecanismos de ajuste y estabilidad
- Convergencia europea y sostenibilidad
- Condiciones para una transición exitosa
- Implicaciones sociales y modernización del sistema
¿En qué consiste el sistema de cuentas nocionales?
El modelo de cuentas nocionales se basa en la idea de que cada trabajador acumula, a lo largo de su vida laboral, un capital virtual equivalente a sus cotizaciones sociales. Este capital no representa dinero real invertido, sino un registro contable que refleja lo aportado por cada persona al sistema.
Al llegar la jubilación, el capital acumulado se transforma en una pensión mensual, cuyo importe se calcula automáticamente teniendo en cuenta factores como la esperanza de vida y la evolución económica del país. De este modo, existe una relación directa y transparente entre las cotizaciones realizadas y las prestaciones recibidas, evitando transferencias encubiertas entre colectivos y contribuyendo a reducir los desequilibrios financieros actuales.
Impacto de la reforma: pensiones iniciales más bajas, pero mayor estabilidad
Según las simulaciones presentadas por Fedea, en un escenario de crecimiento económico anual del 2,2 %, la pensión inicial bajo el nuevo sistema sería un 12,2 % inferior a la que ofrece el modelo actual. Sin embargo, esta reducción permitiría evitar la necesidad de financiación adicional y dotaría al sistema de mayor justicia y estabilidad.
Entre los colectivos que resultarían más beneficiados destacan los trabajadores con salarios bajos, aquellos con largas carreras de cotización, quienes optan por la jubilación anticipada y, de forma indirecta, los autónomos. El nuevo modelo asegura una proporción más equitativa entre las aportaciones realizadas y la pensión esperada, lo que puede traducirse en una mayor renta total a lo largo de la vida laboral.
Transición gradual y calendario de implantación
La reforma propuesta no contempla un cambio abrupto, sino una transición paulatina de veinte años. El sistema de cuentas nocionales comenzaría a aplicarse a las personas nacidas a partir de 1971, combinando el nuevo cálculo con el sistema actual. Cada año, el peso del nuevo modelo aumentaría un 5 %, de modo que, por ejemplo, quienes nacieron en 1971 tendrían un 5 % de su pensión calculada con cuentas nocionales y un 95 % con el método vigente. La generación de 1990 ya estaría completamente cubierta por el nuevo esquema.
- Reducción del gasto en pensiones: hasta un 0,6 % del PIB en 2050 si la economía crece favorablemente y hasta un 1,7 % si el crecimiento es menor.
- Mantenimiento del tipo de cotización en torno al 21 %.
- Ajuste automático de la edad de jubilación en función de la esperanza de vida.
Mecanismos de ajuste y estabilidad
El sistema propuesto incluiría mecanismos automáticos de ajuste, como la actualización de las aportaciones según la evolución media del PIB a largo plazo. Además, incorporaría un fondo de reserva y reglas de activación o reversión para adaptarse a cambios demográficos o económicos, evitando así la necesidad de reformas políticas urgentes ante situaciones imprevistas.
Convergencia europea y sostenibilidad
Uno de los efectos más relevantes de la reforma sería la convergencia de la tasa de sustitución española —la relación entre la pensión y el último salario— con la de otros países europeos. Actualmente, la pensión media en España equivale al 74 % del salario medio y al 107 % del salario más frecuente, cifras superiores a las de la mayoría de países del entorno. Con el sistema de cuentas nocionales, esta tasa se situaría en torno al 50-60 %, niveles similares a los de sistemas considerados sostenibles en el largo plazo.
Para garantizar la suficiencia básica, se mantendrían los complementos a las pensiones mínimas financiados con impuestos, evitando así que la reducción de la tasa de sustitución perjudique a los beneficiarios de menores ingresos.
Condiciones para una transición exitosa
Fedea subraya que una reforma de esta magnitud requiere un amplio consenso político y social. Para asegurar una transición ordenada, sería necesario:
- Proteger a los colectivos más vulnerables.
- Fomentar sistemas complementarios de ahorro para la jubilación.
- Establecer y fortalecer un fondo de reserva.
- Garantizar un marco fiscal estable.
- Ajustar periódicamente el sistema de forma técnica y transparente.
El cumplimiento de estas condiciones permitiría estabilizar las cuentas públicas, aumentar la confianza en la viabilidad del sistema y evitar que el peso de su financiación recaiga en exceso sobre las generaciones más jóvenes.
Implicaciones sociales y modernización del sistema
Más allá de sus efectos financieros, el sistema de cuentas nocionales podría incentivar la prolongación de la vida laboral, la inversión en formación y el ahorro complementario, al vincular directamente cotizaciones y prestaciones futuras. Según Fedea, esta reforma representa una oportunidad para modernizar el sistema público de pensiones, manteniendo su carácter solidario, reforzando la equidad intergeneracional y ofreciendo mayor previsibilidad y transparencia para los ciudadanos.
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