La Universidad Complutense, condenada por impedir a una profesora llevar a su perra al trabajo como apoyo contra la depresión
El Juzgado de lo Social número 17 de Madrid ha dictado una sentencia histórica que condena a la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y al decano de la Facultad de Matemáticas por vulnerar el derecho a la integridad psíquica y la salud de una profesora. La resolución les obliga a abonar 15.000 euros en concepto de daños morales y a realizar una evaluación de riesgos psicosociales respecto a la presencia de animales de compañía en el entorno laboral.
- La Universidad Complutense, condenada por impedir a una profesora llevar a su perra al trabajo como apoyo contra la depresión
- Una decisión judicial pionera en el ámbito laboral
- Prohibición y conflicto laboral
- El papel de los informes médicos y psicológicos
- Omisión de medidas preventivas y vulneración de derechos
- Consecuencias y repercusiones futuras
- Final inesperado: la muerte de Grey
- Un precedente en la defensa de la salud mental en el trabajo
Una decisión judicial pionera en el ámbito laboral
El fallo, fechado el 6 de octubre de 2025 y firmado por la jueza Silvia Plaza Ballesteros, reconoce la relevancia terapéutica que, en este caso, desempeñaba la perra de la profesora. La docente, adscrita al Departamento de Álgebra, Geometría y Topología de la Facultad de Matemáticas desde 2019, había llevado regularmente a su perra Grey, una schnauzer mini de ocho kilos, a su despacho como apoyo emocional frente a la ansiedad generada tanto por su actividad profesional como por motivos personales.
Tras el diagnóstico de una grave enfermedad cardíaca en el animal, la necesidad de su presencia se hizo aún más imperativa, pues requería vigilancia constante y medicación específica.
Prohibición y conflicto laboral
En enero de 2024, la situación dio un giro cuando la profesora encontró un cartel en la entrada de la facultad prohibiendo la entrada de animales. A pesar de explicar su situación al decano y la gerente, la respuesta fue negativa, amparándose en la normativa de prevención de riesgos laborales.
La docente propuso medidas adaptadas, como el uso de bozal y la consulta previa a estudiantes por posibles alergias, inspirándose en protocolos de grandes empresas. Sin embargo, la facultad reiteró la prohibición, argumentando que Grey no era oficialmente un perro de asistencia, condición reservada habitualmente para personas invidentes.
La gerencia citó la Ley 7/2023 sobre derechos y bienestar animal, que permite el acceso de mascotas a edificios públicos salvo prohibición expresa y señalizada. Finalmente, el decano formalizó la prohibición, lo que desencadenó una baja médica por depresión de la profesora, así como un procedimiento sancionador en su contra por incumplimiento de la orden.
El papel de los informes médicos y psicológicos
Durante el proceso judicial, se presentaron numerosos informes médicos y psicológicos que recomendaban la presencia de Grey como medida terapéutica. Profesionales del Gabinete de Psicología de la propia universidad defendieron que la compañía de la perra resultaba esencial para controlar los síntomas de la depresión de la profesora, recomendando su acceso al centro de trabajo en beneficio de la salud mental de la interesada y del entorno laboral.
Según los peritajes, la docente presentaba una alta sintomatología psicopatológica, agravada por la preocupación constante por el estado de salud del animal y la imposibilidad de compatibilizar el trabajo con sus necesidades de cuidado.
Omisión de medidas preventivas y vulneración de derechos
La sentencia subraya que la UCM y el decano, a pesar de tener conocimiento de la situación y de los informes favorables, no solo omitieron adoptar medidas preventivas, sino que además sancionaron a la profesora por intentar ejercer su derecho a trabajar en condiciones adecuadas. La jueza recuerda que la legislación obliga al empleador a evaluar y prevenir los riesgos laborales, incluyendo los de índole psicosocial.
- Se incumplieron varios artículos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y de la Constitución Española, relativos a la protección de la salud y la integridad física y psíquica.
- El decano desestimó las recomendaciones médicas y puso en duda la veracidad del estado de la profesora, incluso tras recibir informes favorables del propio servicio de prevención de la UCM.
Consecuencias y repercusiones futuras
Además de imponer una indemnización de 15.000 euros, la resolución obliga a la Universidad Complutense a realizar una evaluación específica de los riesgos psicosociales asociados al acceso de animales de compañía en la Facultad de Ciencias Matemáticas. Este precedente podría abrir la puerta a la creación de protocolos laborales más inclusivos y a una mayor consideración del impacto de los animales de compañía en la salud mental de los trabajadores.
La jueza destaca que la presencia de la perra no era una mera preferencia personal de la docente, sino una medida terapéutica avalada por especialistas. La omisión de medidas preventivas supuso una grave vulneración de sus derechos fundamentales.
Final inesperado: la muerte de Grey
Tristemente, Grey falleció nueve meses después de la solicitud formal para poder acompañar a su propietaria al trabajo, como consecuencia de su enfermedad cardíaca. No pudo llegar a compartir el desenlace judicial favorable con su dueña.
Un precedente en la defensa de la salud mental en el trabajo
Esta sentencia constituye un hito en la protección de la salud mental en el ámbito laboral y reconoce el papel que los animales de compañía pueden desempeñar como apoyo emocional. El caso servirá de referencia para futuras situaciones similares en instituciones académicas y otros entornos profesionales.
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