Claves del acuerdo entre Israel y Hamás: avances y desafíos pendientes en Gaza
El reciente acuerdo alcanzado entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás representa un paso significativo en el complejo escenario de Gaza. Respaldado por el presidente estadounidense Donald Trump, el pacto establece las bases para una posible resolución del conflicto, aunque todavía existen numerosas incógnitas sobre su implementación y el futuro de la región.
Ratificación y primeros pasos del acuerdo
El Gobierno de Israel prevé reunirse este jueves para ratificar formalmente el plan, tras lo cual se espera que, en el plazo de 24 horas, se inicie la retirada de las tropas de la Franja de Gaza. Esta medida es parte de la primera fase del acuerdo, que busca crear condiciones favorables para la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria.
La liberación de los rehenes está programada para los tres días siguientes a la retirada de las tropas. En este contexto, Hamás ha entregado ya la lista de prisioneros palestinos cuya liberación exige, aunque Israel aún no se ha pronunciado oficialmente sobre ella.
Detalles del intercambio de prisioneros y rehenes
El acuerdo contempla la excarcelación de aproximadamente 2.000 presos palestinos, a cambio de la liberación de 48 rehenes israelíes en poder de Hamás. Según estimaciones israelíes, solo una veintena de los rehenes estarían vivos.
- 250 de los prisioneros son condenados a cadena perpetua.
- 1.700 son personas detenidas en Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
La ejecución de este canje se realizará bajo estricta supervisión, y la retirada inicial del ejército israelí será de carácter técnico para permitir el desarrollo seguro del intercambio.
Reposicionamiento militar y seguridad
Tras la retirada inicial, el ejército israelí se reubicará a lo largo de la denominada «línea amarilla», un perímetro interior de Gaza. Esta franja se sitúa entre 1,5 y 6,5 kilómetros de la frontera con Israel, dependiendo de la zona.
Aunque se trata de una retirada parcial, las fuerzas israelíes mantendrán su presencia en aproximadamente la mitad del enclave palestino, un descenso desde el dominio previo de más del 80% del territorio.
Hoja de ruta propuesta y dudas sobre su desarrollo
La hoja de ruta completa, presentada por Trump el 29 de septiembre en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, incluye 20 puntos clave. Destacan la administración de Gaza por un comité tecnocrático bajo supervisión internacional, liderado por una «Junta de la Paz» presidida por Trump e integrada por figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair.
Está previsto que, posteriormente, una Autoridad Palestina reformada asuma el control del enclave, mientras que Hamás y otras facciones quedarían excluidos de cualquier participación en el gobierno de Gaza. Además, se contempla la desmilitarización total del territorio bajo vigilancia internacional y un ambicioso plan de reconstrucción y desarrollo económico que busca atraer inversiones extranjeras.
Desafíos y reacciones internacionales
La reunión del gabinete israelí y el voto previsto se centran exclusivamente en la primera fase del plan, dejando en el aire los calendarios y detalles de las siguientes etapas. Los antecedentes de incumplimientos en acuerdos similares generan escepticismo, especialmente por parte de Hamás, que ha pedido garantías a Estados Unidos para asegurar que Israel cumpla lo pactado.
Desde la comunidad internacional, la reacción ha sido mayoritariamente positiva. El presidente palestino Mahmud Abás ha expresado su esperanza de que el acuerdo conduzca a una solución política duradera. Líderes europeos como Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron y Keir Starmer han manifestado su satisfacción y llamado a implementar el pacto sin demoras.
Perspectivas y próximos pasos
La puesta en marcha de este acuerdo dependerá del éxito de las negociaciones en curso y del compromiso de las partes involucradas. El presidente Trump ha mostrado su confianza en una pronta liberación de los rehenes y planea visitar la región en los próximos días, en un contexto marcado también por la inminente entrega del Premio Nobel de la Paz, galardón al que aspira abiertamente.
El acuerdo entre Israel y Hamás representa una oportunidad para avanzar hacia la paz en Gaza, pero su éxito final dependerá de la capacidad de las partes para superar la desconfianza y cumplir con cada uno de los puntos establecidos en la hoja de ruta internacional.
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