El PP y Vox rompen filas y desatan una batalla abierta por el liderazgo de la derecha

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La pugna en la derecha española se intensifica: el PP acusa a Vox de buscar el enfrentamiento total

La derecha política en España vive un periodo de máxima tensión. El Partido Popular (PP) y Vox, antiguos aliados en varios gobiernos autonómicos, mantienen ahora una relación pública marcada por el distanciamiento, la confrontación y la competencia abierta por el liderazgo del bloque conservador.

Un cambio de estrategia tras el verano

Hace apenas tres meses, Santiago Abascal, líder de Vox, ofrecía los votos de su formación al PP para impulsar una moción de censura contra el gobierno de Pedro Sánchez. Por entonces, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, rechazaba aislar a la extrema derecha, evitando hablar de un «cordón sanitario». Sin embargo, tras el verano, la sintonía entre ambos partidos se ha deteriorado de forma notable.

La falta de acuerdo en las negociaciones para aprobar los presupuestos autonómicos en Aragón y Extremadura, junto a encuestas que muestran un crecimiento de Vox y un retroceso del PP, han aumentado la tensión. Hace solo un año, ambos partidos gobernaban en coalición en seis comunidades; hoy, los desencuentros son públicos y frecuentes.

El PP busca marcar distancia frente a Vox

Desde el Partido Popular se interpreta que Vox ha optado por considerarlos como rivales directos, abandonando la estrategia de colaboración. Esta nueva dinámica, según fuentes internas, responde a la necesidad de evitar que la ciudadanía perciba al PP como demasiado próximo a la extrema derecha, una imagen que el gobierno socialista intenta alimentar constantemente.

«Estamos cómodos entre Vox y el PSOE», señalan desde el PP, convencidos de que Vox actúa ahora como fuerza antisistema. «Quieren que arda todo, y nosotros no», insisten desde la dirección popular. No obstante, esta retórica no ha impedido que ambos partidos sigan negociando acuerdos presupuestarios en comunidades autónomas como Aragón y Extremadura, ni que se mantengan pactos en Murcia, Comunitat Valenciana y Baleares.

Movimientos tácticos y acusaciones cruzadas

En respuesta a las críticas de Vox, el PP ha apostado por fomentar divisiones internas en la formación ultraderechista. La asistencia de destacados populares a la presentación del think tank de Iván Espinosa de los Monteros, o la reciente reunión entre Núñez Feijóo y Alejo Vidal-Quadras, fundador de Vox, son ejemplos de maniobras orientadas a debilitar a su adversario.

Por su parte, desde Vox acusan al PP de mantener una «estrategia doble»: «Nos copian y nos atacan manipulando nuestras palabras», afirman. Las propuestas populares en materia migratoria han sido interpretadas como una adopción de las ideas que Vox ha defendido tradicionalmente. La tensión ha llegado incluso a las redes sociales, donde Alma Ezcurra, vicesecretaria de organización del PP, reprochó a Vox por «tratar de idiotas» a los votantes.

Vox presume de fortaleza mientras el PP relativiza su impacto

Mientras el PP celebra discretamente la distancia mediática respecto a la extrema derecha, Vox aprovecha el momento para presentarse como el verdadero azote del bipartidismo. La posibilidad de una convocatoria electoral simultánea en Castilla y León, Aragón y Extremadura se percibe en el partido de Abascal como una oportunidad para desafiar al PP en su propio terreno.

«Estamos dispuestos a ser los malos e ir a elecciones», afirman fuentes de Vox, que sostienen que «PP y PSOE votan lo mismo». Con la caída del resto de fuerzas parlamentarias, Vox se presenta como la alternativa auténtica, defendiendo que donde han conseguido pactos, se han aprobado los presupuestos.

  • Vox se muestra escéptico ante las encuestas, pero destaca sus buenos resultados.
  • Algunos sondeos recientes apuntan a que el PP habría perdido un millón de votos en los últimos meses.
  • Desde Vox sostienen que el electorado prefiere la «versión original» en vez de una copia.
  • Acusan al PP de cambiar de postura frecuentemente y de ser cómplice de políticas que perjudican al sector agrario.

El PP resta importancia al crecimiento de Vox

Desde la sede nacional del PP, en la calle Génova, se intenta minimizar el impacto de Vox. «Quieren meterse en el duelo entre PP y PSOE, pero en términos futbolísticos, sería como si Osasuna quisiera competir con Real Madrid y Barcelona», ironizan fuentes populares. Además, recuerdan que Vox cuenta solo con tres escaños más que Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz, para relativizar la influencia de la formación de Abascal.

El escenario actual plantea dudas sobre si estos desencuentros representan una ruptura real o si, por el contrario, forman parte de una estrategia preelectoral orientada a diferenciarse de cara a próximos comicios.

Conclusión

El pulso entre PP y Vox define la nueva etapa de la derecha española. Con ambos partidos compitiendo por el liderazgo y marcando distancias estratégicas, la incertidumbre sobre futuras alianzas y el papel de cada formación en el tablero político nacional permanece abierta. El desenlace de esta pugna tendrá consecuencias decisivas para la configuración del centro-derecha en España.

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