Trump presenta polémico plan para Gaza que fortalece control israelí en Cisjordania

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El plan de Trump para Gaza: una propuesta controvertida que refuerza la posición israelí en Cisjordania

El reciente plan de paz para Gaza presentado por Donald Trump, con el respaldo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, ha generado una fuerte controversia y numerosas dudas acerca de su viabilidad y sus consecuencias para el futuro de los territorios palestinos. Hamás, por su parte, ha rechazado el plan al considerar que legitima la ocupación israelí de Gaza, lo que complica cualquier posibilidad de acuerdo a corto plazo.

Un respaldo condicionado y antecedentes de desacuerdos

Aunque Netanyahu ha mostrado apoyo inicial al plan estadounidense, la experiencia de intentos previos de mediación entre Israel y Hamás indica que el primer ministro israelí ha aceptado y posteriormente obstaculizado iniciativas similares. La historia reciente demuestra que, en última instancia, es Netanyahu quien define el destino de Gaza, mientras que Trump desempeña un papel secundario marcado por la influencia israelí en la política estadounidense.

Una hoja de ruta cuestionada por Hamás

El plan de Trump, lejos de ser una solución integral, es percibido por Hamás como una estrategia para justificar la continuación de la ocupación y el dominio militar israelí sobre Gaza. La propuesta establece un plazo de tres o cuatro días para que Hamás responda, pero la respuesta inicial ha sido de rechazo, al considerar que el acuerdo valida la presencia y control de Israel en el enclave palestino.

Temores en Cisjordania ante posibles anexiones

La inquietud se extiende en Cisjordania ante el posible regreso de Netanyahu tras su encuentro con Trump en la Asamblea General de la ONU. El primer ministro ha amenazado con la anexión de Cisjordania, un territorio ocupado en gran parte por el ejército israelí y colonizado por más de medio millón de israelíes, apoyados militarmente. Jerusalén Este, igualmente ocupado, cuenta con otros 200.000 colonos israelíes.

Condiciones impuestas y exclusión de la Autoridad Nacional Palestina

A pesar de la disposición inicial de Netanyahu hacia el plan de Trump, ha rechazado puntos esenciales de la propuesta. Ha declarado que nunca aceptará la creación de un Estado palestino y que Israel mantendrá el control indefinido sobre la seguridad y las fronteras de Gaza. Además, ha descartado la participación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en el futuro gobierno de la Franja, excluyendo cualquier posibilidad de que ese organismo recupere influencia en la región.

Un gobierno de transición bajo control extranjero

El plan establece un periodo transitorio en el que Gaza sería gobernada por una administración dirigida desde el exterior, con Donald Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair al frente. El día a día quedaría en manos de tecnócratas y expertos, posiblemente ajenos a la propia Gaza, entre los que podrían figurar estadounidenses, británicos o incluso israelíes.

Dificultades para la implementación y riesgos sobre el terreno

La posibilidad de que Trump asuma un papel activo en la administración de Gaza se percibe como poco realista, especialmente cuando la prioridad de Israel seguirá siendo la persecución de miembros de Hamás. Netanyahu exige la aniquilación total de la organización, y no solo la rendición o el exilio de sus dirigentes, lo que complica aún más la aplicación del plan.

El éxito del acuerdo depende de una rendición incondicional de Hamás y la liberación de los rehenes israelíes, de los cuales solo una veintena estarían vivos. Cualquier error en este proceso podría dar al traste con el acuerdo, mientras Gaza continúa sufriendo bombardeos y operaciones militares israelíes.

Apoyo condicionado y advertencias de Trump y Netanyahu

Trump ha dejado claro que, si Hamás rechaza el acuerdo, Israel contará con el respaldo total de Estados Unidos para tomar las medidas que considere necesarias. Netanyahu, por su parte, ha subrayado que el plan cumple con los objetivos israelíes: devolución de los rehenes, desmantelamiento de la capacidad militar de Hamás y garantía de que Gaza no volverá a amenazar a Israel. Además, ha advertido que, si Hamás incumple, “terminaremos el trabajo por las buenas o por las malas”.

Reacciones internacionales y escepticismo interno

El plan ha sido recibido con cautela en Occidente y en países árabes, valorando la posibilidad de detener la violencia y abrir el acceso a ayuda humanitaria para la población de Gaza, duramente castigada y con altos niveles de desnutrición infantil. El texto menciona un “camino creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”, aunque Netanyahu y sus aliados han mostrado escepticismo y rechazo sobre este punto.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha calificado de “fantasías” la idea de dos Estados y ha rechazado la posibilidad de que fuerzas extranjeras asuman la seguridad de Israel. Además, sostiene que renunciar a la ofensiva militar en Gaza sería un error político y una traición a las víctimas del ataque del 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron secuestradas.

Desconfianza y dilemas para Hamás

El diario israelí Haaretz ha manifestado su desconfianza respecto a la voluntad de Netanyahu de cumplir con el plan, recordando que en anteriores ocasiones ha frustrado acuerdos similares. La publicación advierte que, si Hamás rechaza la propuesta, Israel contará con apoyo internacional para una destrucción sistemática de Gaza, incluso a costa de la vida de los rehenes. Según Haaretz, el plan ofrece a los palestinos la disyuntiva entre una ocupación extranjera “suave” o una ocupación israelí más dura.

Elementos clave del plan de Trump

  • Alto el fuego inmediato en Gaza tras la aceptación de las partes.
  • Retirada progresiva de las fuerzas israelíes.
  • Entrega de los 48 rehenes israelíes en 72 horas.
  • Liberación por parte de Israel de 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 gazatíes detenidos tras los atentados de octubre de 2023.

Sin embargo, persisten dudas sobre el alcance real de la retirada israelí y el compromiso de Netanyahu y sus aliados, quienes insisten en mantener el control militar de Gaza y planean la posible “repoblación” con colonos judíos.

Perspectivas de anexión y control indefinido

Smotrich ha reiterado que el ejército israelí permanecerá indefinidamente, al menos en el perímetro de Gaza y en el corredor de Filadelfia, la franja fronteriza con Egipto. Además, ha defendido la anexión de Cisjordania, considerándola parte integral de Israel y aprovechando el contexto creado por el plan de Trump como una oportunidad histórica para avanzar en ese objetivo.

Un proceso marcado por la incertidumbre

En la Casa Blanca, la atención está puesta en las decisiones que tome Netanyahu en los próximos días, influenciado por sus socios de gobierno, su situación judicial y la cercanía de las elecciones en Israel. Todo indica que el principal obstáculo para poner fin al conflicto y avanzar hacia la paz sigue siendo el propio Netanyahu y la dinámica política interna israelí.

Conclusión

El plan de Trump para Gaza y Cisjordania, lejos de ofrecer una solución definitiva, profundiza la incertidumbre y refuerza la posición de Israel sobre los territorios palestinos. La falta de confianza entre las partes, las condiciones impuestas y las divisiones internas en el gobierno israelí dificultan la viabilidad de la propuesta y dejan en el aire el futuro de Gaza y Cisjordania, así como las aspiraciones legítimas del pueblo palestino.

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